EFE
El precandidato demócrata a la Casa Blanca Bernie Sanders dijo hoy que, si gana en noviembre las elecciones, cambiará a la presidenta del Comité Nacional del partido, Debbie Wasserman Schultz, con quien su campaña ha sido muy crítica por considerar que favorece a su rival, Hillary Clinton…
En una entrevista en CNN, el senador anunció además que apoya al rival de Wasserman Shultz en las primarias del distrito 23 de Florida para la Cámara de Representantes.
“Bueno, claramente, yo estoy a favor de su oponente. Sus puntos de vista son mucho más cercanos a los míos que los de Wasserman Shultz”, afirmó tras ser preguntado por su preferencia en esas primarias.
“Y déjame también que diga esto. Con todo el debido respeto, si fuera elegido presidente, ella no sería nombrada de nuevo para presidenta del Comité Nacional Demócrata”, agregó el senador.
Sanders envió hoy un correo electrónico para recaudar fondos por Tim Canova, el rival de Wasserman Shultz en las primarias del distrito 23 de Florida.
“La revolución política no es solo elegir un presidente, hermanas y hermanos. Necesitamos un Congreso con miembros que crean, como Bernie, que no podemos cambiar un sistema corrupto tomando su dinero”, señala el correo de la campaña de Sanders.
En un comunicado, Wasserman Schultz, aseguró que, pese a que el senador ha dado su apoyo a su rival, ella “permanece, como desde el principio, neutral en las primarias demócratas” y espera “trabajar con él por las victorias demócratas en otoño”.
La líder del Comité Nacional Demócrata, una de las directoras de la campaña de primarias de Clinton en 2008, fue nombrada por el presidente Barack Obama en 2011 y cuenta tanto con su apoyo como con el del vicepresidente, Joseph Biden, para su reelección como congresista este otoño.
La campaña del Sanders, independiente hasta estas primarias y que se define como socialista democrático, ha tenido numerosos choques con el Comité Nacional Demócrata por considerar que favorecen a Clinton.
La ex secretaria de Estado suma 2.293 delegados (incluidos 525 “superdelegados”), frente a los 1.533 del senador (con 39 “superdelegados”) de los 2.383 necesarios para asegurarse la nominación.
Los delegados son miembros del partido que acuden a la convención con su voto ya definido por la decisión popular de las primarias, mientras que los “superdelegados” no tienen el voto atado a ningún candidato y son miembros electos del Comité Nacional del Partido, o bien congresistas o gobernadores, o miembros distinguidos de la formación como el presidente y sus predecesores.
El abrumador apoyo de los “superdelegados” a Clinton desde el principio es una de las fallas del sistema interno que ha denunciado Sanders a lo largo de la campaña y, a su juicio, una prueba más de que la dirección del partido apuesta por la ex primera dama como candidata.
“Hay algo absurdo en que yo tenga el 46 % de los delegados que proceden de una verdadera competición, elecciones reales, y el 7 % de los ‘superdelegados’. Alrededor de 400 de los que tiene Hillary Clinton se sumaron a su campaña antes de que nadie más se presentara. Fue una consagración. Y eso es malo para el proceso”, consideró hoy Sanders en CNN.
El senador rechaza las llamadas de Clinton a que abandone y promete competir hasta el último voto en la Convención Demócrata de julio en Filadelfia (Pensilvania), donde los delegados elegirán al candidato a la Presidencia.
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