Univisión
Es la peor emergencia de este tipo desde Katrina. Las personas han tenido que ser rescatadas de carros y casas, según explicó el gobernador del estado, John Bel Edwards…
Las fuertes lluvias que han caído en las últimas horas en Louisiana han dejado al menos seis muertos y más de 20,000 rescatados.
El gobernador del estado, John Bel Edwards, que calificó el sábado las inundaciones como “históricas”, dijo que los socorristas rescataron a las personas “no solo de sus casas, sino de sus vehículos o incluso a algunos que estaban subidos a árboles”. El gobernador, que estaba en Colorado, se vio obligado a regresar ante la situación que vive su estado por las continuas lluvias.
“Este es un desastre enorme, y aún no ha terminado”, indicó el gobernador ya que la tormenta que está afectando al Golfo de México se espera que siga arrojando lluvia sobre el estado a lo largo del sábado.
Debido a la magnitud del desastre, el presidente Barack Obama declaró la emergencia en el estado, lo que permitirá disponer de fondos federales para sufragar gastos derivados de la situación.
Por eso insistió a los residentes de Louisiana que permanezcan en sus casas hasta que el clima mejore, ya que las inundaciones son “extremadamente peligrosas”. Incluso cuando hacia el comienzo de la tarde del domingo la tormenta “ha disminuido su intensidad”. También advirtió que el agua continúa creciendo en algunas áreas, a pesar de la salida del sol.
Edwards también declaró estado de emergencia. Él y su familia incluso se vieron obligados a abandonar la casa del gobernador, que se inundó.
Numerosos ríos en el sureste de Louisiana y el sur de Mississippi se habían salido de sus márgenes y amenazaban con provocar inundaciones generalizadas tras las fuertes lluvias que comenzaron el jueves, indicó el Servicio Meteorológico Nacional.
La compañía Energy Louisiana indicó que unas 7,500 personas se quedaron sin energía eléctrica. Desde el viernes cayeron entre seis y 10 pulgadas de lluvia en algunas partes del estado.
Mike Steele, portavoz de la Oficina de Seguridad Nacional y Preparación para Emergencias del gobierno, dijo que durante la noche del sábado al domingo aumentaron los rescates por inundación en la parte este de Baton Rouge.
En diversas partes del sur de Louisiana, los habitantes tenían dificultades el domingo para ponerse a salvo ante el desbordamiento de ríos y arroyos por las intensas lluvias que han durado varios días, reportó la AP.
En vehículos para mareas altas, embarcaciones y helicópteros, equipos de emergencia trabajaban afanosamente para rescatar a numerosos habitantes del sur de Louisiana.
Desde el aire, las viviendas en el suroeste del estado parecían más como pequeñas islas a las que rodeaban campos inundados.
Obama declara a Louisiana y Mississippi zona de desastre
Las corrientes cubrieron las tierras agrícolas, hicieron intransitables las calles bajas e inundaron centros comerciales, donde los techos de algunos vehículos apenas se asomaban sobre las aguas.
En tierra, todo era igualmente catastrófico.
Los conductores intentaban cruzar caminos traicioneros en los que las corrientes alcanzaban varios centímetros de alto o que convertían al asfalto en arroyos. Vehículos abandonados estaban a un lado de los caminos, mientras muebles de jardín y juguetes infantiles flotaban en las aguas.
En un periodo de 24 horas, Baton Rouge registró hasta 11,34 pulgadas (28,8 centímetros) de lluvia, en comparación con las 2,34 pulgadas (unos 6 centímetros) del aeropuerto internacional de Nueva Orleáns en Kenner. Un observador documentó 17,09 pulgadas (45,46 centímetros) de lluvia en Livingston, señaló Shields.
Se prevé que los ríos Comite, cerca de Baton Rouge, y el Amite cerca de Denham Springs, ambos en Louisiana, alcancen niveles récord el fin de semana. El meteorólogo Alek Krautmann alertó que ambos ríos podrían inundar más casas en áreas suburbanas en las inmediaciones de Baton Rouge.
El río Tickfaw, justo al sur de la línea estatal con Mississippi en Liverpool, Louisiana, ya estaba el viernes a las 9 a.m. a su nivel más alto registrado en la historia. El gobernador de Mississippi, Phil Bryant, declaró estado de emergencia en varios condados.
Mientras tanto, la Costa Este en Nueva York, Filadelfia y Washington se encuentra bajo pronósticos meteorológicos de calor y humedad intensos.
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