Agresiones y abusos tanto físicos como emocionales, tiene graves consecuencias psicológicas para el desarrollo de los niños. Por ello es importante saber cómo reducir el abuso infantil y ponerse alerta ante algunas señales de que algo malo está pasando
Un niño que está siendo maltratado puede sentirse culpable, avergonzado o confundido. Además,puede tener miedo a hablar sobre ese maltratado, especialmente si el maltratador es un padre, otro pariente o un amigo de la familia. De hecho, el niño puede tener un aparente temor de los padres o tutores (cuidadores), por eso hay que estar pendiente de las señales de advertencia.
Cuando miras a tus hijos a los ojos, es posible que no comprendas cómo puede haber “gente” en el mundo capaces de lastimar a los niños de manera consciente.
Es un hecho triste que millones de niños son víctimas de abuso cada año, y el abuso emocional es un tipo un poco más difícil de reconocer que los moretones que acompañan al abuso físico. Si sospechas que un niño en tu vida está siendo abusado emocionalmente, tienes que estar atento a ciertas señales de que sus sospechas son ciertas y comunicarlo con el pediatra de tu hijo e informar del abuso de inmediato. Puedes permanecer en el anonimato, pero proteger al niño de nuevos abusos es esencial.
El abuso emocional de un niño, puede ser usando malas palabras o negarle el amor. Los adultos que abusan emocionalmente de un niño critican las acciones y fallas del niño y también usan una gran cantidad de palabras groseras para hacer que el niño se sienta mal consigo mismo. El sarcasmo, la intimidación, la dominación y las amenazas también son formas de abuso emocional. Los ejemplos incluyen castigar a un niño por su comportamiento, como jugar o cantar, tener altas expectativas que un niño no puede lograr, seguido de críticas cuando falla y el uso constante de malas palabras.
Un niño pequeño que sufre abuso emocional puede quejarse de dolores de cabeza o dolores de estómago de manera regular. Si bien estos no son causados por un trastorno médico subyacente, son síntomas muy reales.
Un niño pequeño que tiene miedo de sus padres o que no se siente seguro puede desarrollar verdaderos dolores de cabeza o dolores de estómago. Otras molestias físicas, como el dolor en el pecho, también son posibles con el abuso emocional.
Hay muchos más signos de comportamiento que pueden mostrar que existe abuso emocional. Un niño pequeño que de repente trata de evitar situaciones sociales con sus compañeros, como no querer al cole, es un cambio de comportamiento que puede ocurrir con el abuso emocional.
Los niños pequeños que buscan desesperadamente atención de adultos que no sean sus padres podrían no estar recibiendo la atención positiva que necesitan en el hogar. Si un niño pequeño de repente tiene una falta de autoestima o confianza, también podría estar sufriendo abuso emocional. El miedo excesivo, la ansiedad, el mal comportamiento o la falta de apego a un padre, así como el comportamiento infantil como chuparse el dedo, son signos de comportamiento adicionales de que un niño podría estar experimentando abuso emocional.
Observar las interacciones entre un adulto y un niño pequeño también puede proporcionar señales de que está ocurriendo algo malo. Deberás estar atento por si un adulto insulta a un niño, le compara negativamente con otros, le ignora, le trata mal u otras señales anormales de comportamiento hacia un niño. Estas también son advertencias de que un adulto puede estar abusando emocionalmente de un pequeño.
Es importante prestar atención a estas señales puesto que significará que el niño necesita protección y seguridad cuanto antes. Un abuso emocional o físico es inadmisible y el menor deberá ser protegido cuanto antes para evitar consecuencias negativas a causa de este abuso. Los adultos que abusan de los niños tanto física como emocionalmente deberían recibir las consecuencias penales necesarias.
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