Existen muchas causas por las cuales se pierden “las ganas de tener sexo”, pero la que está de moda es la combinación de estrés y ansiedad. Estos dos factores se influyen recíprocamente y originan tra
Existen muchas causas por las cuales se pierden “las ganas de tener sexo”, pero la que está de moda es la combinación de estrés y ansiedad. Estos dos factores se influyen recíprocamente y originan trastornos sexuales graves en la pareja, como, la falta de deseo sexual. Nuestro cuerpo es el reflejo de la historia personal que construimos día a día, de modo que todos los trastornos emocionales generados por una vida ansiosa y estresada repercuten en él, produciendo bloqueos energéticos que disminuyen la fuerza de vida o “libido”; dando lugar a la aparición del bajo deseo sexual.
Cuando estamos estresados, la comunicación entre las células del cerebro falla, causando insomnio, dolor de cabeza y disminución del deseo sexual, entre otros síntomas. Si hacemos del estrés un estilo permanente de vida, disminuye la serotonina, que es el neuro trasmisor responsable de la agresividad en el hombre, por lo que éste se vuelve más demandante e impaciente en sus relaciones sexuales. La disminución de la serotonina en la mujer, provoca depresión e inapetencia sexual, como verán el estado de ánimo influye directamente en el rendimiento sexual.
Es decir, la presencia del estrés es uno de los miembros de la pareja, es un cocktail explosivo en la relación. La sexualidad tiene un componente de goce y de satisfacción para el equilibrio personal y de pareja. Para entregarse de lleno a la actividad sexual, se requiere relajarse por completo y vivir el momento presente. Si usted o su pareja están saturados de problemas, es difícil lograr ese relax, no se puede tener sexo con la mente en otras cosas; se requiere estar emocional y físicamente dispuesto para lograr una actividad sexual placentera.
Si el estrés ya ha hecho destrozos en su vida sexual por lo cual le cuesta sentir deseo sexual y, ni siquiera tiene fantasías eróticas, puede que usted padezca de anafrodisia, o falta de deseo sexual, este un trastorno que pueden sufrir en un momento determinado tanto hombres como mujeres. Existe la creencia equivocada de que el estrés se va solo, con el tiempo, y después volverá a sentir el mismo impulso sexual, pues no es así. Su cerebro se acostumbra a dar a su cuerpo una orden sexual pobre y cada vez se hará más notorio el empobrecimiento de la vida sexual de la pareja. Le aconsejo, que no se siente a esperar en el sillón de la sala la solución, por que esta no viene sola.
Regálese dos o tres horas para usted y su pareja, hágalo como mínimo, una vez a la semana; escoja estar descansado, no lo intente después de comidas pesadas, ni de haber bebido alcohol, asegúrese que haya privacidad, cero interrupción, evoque la sensación orgásmica más espectacular que haya tenido en su vida y hágase el firme propósito de disfrutar ese encuentro sexual como si fuera la primera vez que está con su pareja.
Con esto mejorara la circulación sanguínea, la oxigenación pulmonar, y producirá más endorfinas, es decir aliviará su estrés y se sentirá feliz.
La Doctora Myriam Balbela es la Sexóloga del Show de Piolín por la Mañana y colaboradora de El Aviso-Magazine.
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