Es la pregunta que muchas mujeres se hacen en alguna ocasión al pasar del tiempo en su matrimonio.
“Mi esposo ha cambiado mucho su actitud hacia mí, le tiene más atenciones a la comadre que a mí, y pienso que ella le interesa”, me dice Carolina.
Pero… ¿Es una realidad o es solamente nuestra imaginación? Al pasar del tiempo muchas parejas pasan del enamoramiento de los primeros años de matrimonio a la cotidianeidad de la vida en pareja. Aquí es donde empezamos a ver cambios en el hombre y nuestra imaginación o celos empiezan hacer de las suyas. ¿Por qué? Simplemente porque nuestra pareja ya no es la misma, no nos tiene las mismas atenciones que antes, no salimos tan seguido como lo hacíamos antes, no me tiene las mismas consideraciones o atenciones que a otras personas, etcétera. Así podríamos mencionar miles de detalles.
Hay un dicho que dice: ¡Ojos que no ven, corazón que no siente!, algunas personas no quieren ver lo que posiblemente esté pasando con su pareja y prefieren ocultarse a sí mismos una posible infidelidad.
Pero para quienes eligen la verdad por sobre todas las cosas, existen una serie de indicadores que pueden encender la señal de alarma, o bien (¿por qué no?) dejarla por la paz.
Y si bien algunas de esas señales pueden indicar la hipotética posibilidad de engaño, es importante no ponerse neurótica/o ni creer que su marido/esposa le está engañando cada vez que nota algo extraño en alguna actitud hacia otra mujer o en él.
Lo más recomendable es estos casos, es charlar con sinceridad y quitarse todas sus inquietudes al respecto… De todos modos, si desea ponerse a ‘investigar’ para quitarse las dudas, detecte si su pareja hace lo siguiente:
A).- Comienza a traerle muy seguido diferentes regalos que antes no solía darle. Flores, joyas o algo que a usted le gusta y trata de compensar alguna falta o alguna llegada tarde sin justificación. (Repito que no es bueno obsesionarse con la idea que la engaña, mida sus sensaciones y actitudes).
B).- Ha cambiado su fogosidad y pasión por el rechazo desde ya hace tiempo. Rechaza el contacto cercano y ha cambiado su manera de saludar.
C).- Ha sufrido un cambio en el trato y atención. Por ejemplo: Antes se daba cuenta de un nuevo peinado y ahora no. Antes la aconsejaba sobre alguna manera de vestir o de maquillarse y ahora dejó de interesarle.
D).- Se queja porque su ropa no está impecable, cosa que no hacía antes. Se prueba varias prendas diferentes y no queda conforme fácilmente, sobre su apariencia. Cambia de perfume y comienza a renovar su vestuario de un día para otro.
E).- Comenzó a cancelar compromisos con usted o con familiares con motivos justificados, pero lo hace cada vez más seguido. Su actitud hacia la responsabilidad ha cambiado y ya no se preocupa tanto por llegar tarde.
F).- Prefiere estar menos en lugares públicos y elige sitios reservados lejos de la gente para, quizás, evitar encontrarse con alguien.
G).- Prefiere no hablar de ciertos temas (no sólo de la pareja) y se enoja cuando usted le insiste. Tiene manías raras y comienza a hacerse amigo del silencio.
Ninguna de estas conductas da un veredicto de culpable de engaño. No obstante, son buenos los consejos de otras formas de comportamiento, los que pueden revelar una posible infidelidad.
Sin embargo y como lo mencioné anteriormente, no porque usted se imagine, piense o tenga celos hacia alguna persona en específico, quiere decir que su esposo la engaña. Es importante también ver en qué y cómo ha cambiado usted con su trato hacia él, si ya no es igual de cariñosa, no lo atiende igual que antes, no conversa con él más que lo indispensable. Muchas veces las mujeres también tenemos parte de culpa en los cambios de actitudes provocados en nuestra pareja. Lo aconsejable ante la duda, es hablar abiertamente y ser sincero con el otro, ver y aceptar las culpas de cada uno en el cambio de la relación y sobre todo, enfocarse en hacer los cambios necesarios para renovar ese enamoramiento y apasionamiento del uno por el otro… Como cuando se vieron y enamoraron al principio de su relación.
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