Del cielo a la tierra no hay nada oculto”, bien lo dice el refrán, y tal parece que para este hombre, hasta los muertos contribuyen a que nada siga oculto, por más que él se haya esforzado en que nadie supiera de sus deslices… Esta es la historia:
Frank Ryan, un brillante profesionista de 36 años es el infiel marido, que fue pescado con “las manos en la masa” por su rabiosa esposa Kelly, de 32 años, quien irrumpió en la habitación del hotel donde en aquella ocasión tenía su cita clandestina y lo sorprendió en tremendo arrumaco con su cariñosa secretaria.
Conocedor de lo perspicaz y desconfiada que era su mujer, Frank se había cuidado mucho de tapar todas las huellas “y detalles” de sus engaños amorosos, pero quedó descubierto al ser sorprendido por su furiosa esposa.
Kelly asegura que la información que la condujo a la tremenda escena que presenció, se la proporcionó el espíritu de su adorado padre.
LA VISITABA EN SUEÑOS
“Mi padre me juró en su lecho de muerte que nunca dejaría de velar por mí y que no permitiría que alguien me lastimara”, expresó Kelly.
“Pensé que me volvería loca la primera vez que se reveló ante mí en un sueño”. “Sin embargo, sus visitas nocturnas continuaron en los últimos tres meses, hasta que finalmente me convencí de que mi padre intentaba decirme algo”
Dice que nunca había tenido dudas sobre la fidelidad de su esposo, hasta que empezaron los sueños en que se le aparecía su padre.
La noche anterior a aquel decepcionante día, en sueños el padre de Kelly la tomó de la mano y por un rato la condujo por varios lugares, algunos de ellos conocidos, hasta que se paró frente a un enorme edificio, con grandes ventanales en el frente y muchas palmeras. “Eso me pareció extraño, dijo la señora, porque en Boston casi no hay palmeras”.
Por eso al día siguiente, cuando su esposo le llamó para decirle que se ausentaría por un par de días, ella presintió que algo no andaba bien. Sin saber exactamente por qué, se subió a su carro y, como sonámbula, por un largo rato, sin rumbo fijo manejó a través de la ciudad.
Repentinamente vio algo que le recordó su sueño. Siguió manejando y al poco, vio otra cosa vista en sus sueños, luego otra y hasta que totalmente sorprendida, al dar vuelta en una avenida poco conocida por ella y totalmente alejada de donde vivían, se topó de frente con las palmeras… que eran la entrada a un hotel famoso.
“Sentí un gran vuelco en el corazón cuando al preguntar por Frank Ryan, me dieron el número de la suite” -declaró Kelly- No sabía qué pensar, pero subí a la habitación, yo esperaba ver a otro hombre o a mi esposo, pero solo, para que me diera explicaciones, pero en lugar de eso, el muy cerdo estaba en los brazos de esa mujerzuela”.
Tras el incidente, casi de inmediato Kelly hizo las gestiones a fin de iniciar su proceso de divorcio y cambió las cerraduras de su casa en Boston, para poder mantener a Frank lejos de ella.
FANTASMA GUARDAESPALDAS
Ella asegura que su padre se le apareció en una última ocasión para asegurarle que las cosas marcharían bien y que ella no tendría de qué preocuparse, ya que él era su fantasma guardaespaldas.
“Frank, se quedó tan sorprendido de todo lo que sabía en el momento en que lo caché engañándome, que ni siquiera se molestó en negarlo”, dice Kelly.
“Todavía puedo ver cómo temblaba cual tonto y se le ponía la cara blanca en el momento en que me vio aparecer”, expresó la ofendida mujer, a la que únicamente le faltó decir que su marido había puesto una expresión como si lo que vio en ese momento tuviese el aspecto de un…. “fantasma”.
Y Créalo o No… Así Fue!! como a este hombre infiel se le vino abajo el teatrito, gracias a la intervención del fantasma de su finado suegro.
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