SUEÑO
Amigo Bernabé: El día de mi cumpleaños soñé que salía de mi cuerpo, el cual se quedaba en la cama.
Mi mente, o mi energía flotaba en el espacio como un todo. Subí a una gran altura donde podía ver, durante mi vuelo, grandes montañas, inmensas llanuras (verdes y doradas), también veía lagos, lagunas, ríos y mares e inmensos desiertos.
Nota: quiero manifestarle que nunca he consumido drogas ni fumado marihuana.
Actualmente tengo 63 años y siempre he sido sano, pues sólo me enfermo de vez en cuando de la gripe. Continúo con mi sueño: descendí en cámara lenta hacia un grandísimo salón. El piso era de cuadros grandes: negros y blancos, como un tablero de ajedrez.
En ese salón vi unos jeroglíficos. Un día llegaron a mi casa unas personas de esas que andan evangelizando. Ellos me dejaron un folleto y ahí volví a ver los jeroglíficos de mi sueño que resultó ser arameo antiguo.
Uno de ellos es el nombre de Dios: “Jehová”. Esto ha avivado mi curiosidad y me gustaría que me dijera qué piensa de mi sueño, he tenido varios sueños similares y los he registrado en una libreta. Tengo ganas de publicar un libro sobre estas experiencias.
Atentamente,
— Raúl
INTERPRETACIÓN
Amigo Raúl, te comento que tu sueño me pareció de lo más emocionante. Ese fenómeno que viviste es conocido como proyección astral. Esto ocurre cuando el espíritu de desprende del cuerpo y viaja hacia otros planos. Según relatas en tu sueño, parecería ser que tu espíritu viajó por sobre el planeta para luego adentrarse en el realmo de la Luz, mejor dicho, en el sitio donde habita Dios.
Esta vivencia puede ocurrir en forma espontánea cuando la persona está supremamente relajada durante las horas del sueño profundo. También se han registrado casos de personas que experimentan un viaje astral cuando están en el quirófano o bajo la influencia de las drogas (como bien lo aclaras).
Te felicito que registres tus sueños y espero que publiques tu libro y me envíes una copia.
Tu amigo, Bernabé
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