Hola Doctora Consejos:
Mi única hija se acaba de casar y se fue a vivir a otro estado. Su partida me ha afectado demasiado, porque ahora sin ella me he sentido muy sola y triste.
Y aunque aquí donde vivo tengo mis amistades pero no es lo mismo, porque ahora salgo del trabajo y ya no siento ganas de regresar a mi casa. No quiero cocinar ni tengo ganas de arreglar la casa.
No sé si extraño su presencia o si estoy dolida que se haya ido sin tener en cuenta cómo me iba a sentir. Ella bien sabe que yo me dediqué a ella desde que su papá nos abandonó cuando tenía seis años.
Nunca me quise volver a casar y ahora se fue y me dejó sola. Siento como que ya no hay razón para vivir…. Por favor ayúdeme.
— La Triste
Querida Triste:
Tal vez has olvidado un principio básico y ley natural de la vida: Los hijos solamente son prestados, todos crecen y se van.
No tienes por qué estar dolida porque tu hija haya emprendido el vuelo para hacer su propia vida. Eso quiere decir que hiciste un buen papel de madre porque la ayudaste a ser independiente.
Lo que tienes qué hacer ahora es buscar actividades que te den satisfacción y te distraigan. Tu etapa de madre ha terminado, pero eso no quiere decir que tu vida haya terminado. Puedes acudir a tu iglesia o a un centro comunitario y ofrecer tus servicios de voluntaria. En esos lugares siempre se necesitan manos que ayuden. Te aseguro que si empiezas a trabajar por tu comunidad, vas a notar que tu soledad desaparece. Trabajar por otros te va a hacer sentir necesitada y te va a dar una nueva ilusión de vida.
Buena suerte.
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