Querida Doctora Consejos:
Tengo una vecina que “acaba de recibir a Cristo” y me tiene atosigada con que yo debo recibirlo también.
En mi casa somos católicos, desde niños así nos educaron y así creí que me gusta ser. Yo llevo a mis hijos a la iglesia una o dos veces por mes, cuando no tengo que trabajar en domingo, cierto que no soy demasiado religiosa pero creo en Dios y en la Virgen de Guadalupe.
Mi vecina dice que me voy a condenar si sigo creyendo en la Virgen y en el Papa Francisco, si no hago lo mismo que ella.
Me ha dicho tantas cosas que siento que mi cabeza da vueltas y ahora hasta me ha hecho dudar de mis creencias y no sé ni si quiero gritarle que se calle o si con tal de que ya no me diga nada quiero ir a su iglesia, y de paso ver si es cierto lo que ella dice.
Por favor, ayúdeme a entender esto que me tiene muy confundida. — La Creyente
Querida Creyente:
La religión es algo muy personal y todos somos libres de creer en lo que queramos.
El cambiar de religión es algo muy serio y no debe ser hecho en base a que alguien te atemorice o te presione, sino en base a convencimientos.
Lo que yo haría en tu lugar sería pedirle a tu vecina que respete tus creencias, como tú respetas las de ella. A fin de cuentas, si te condenas, serás tú y no ella, así que dile que, por favor, te deje en paz.
Después de eso, buscaría dentro de mí misma las respuestas. Lo más importante es ¿cómo te sientes cuando vas a tu iglesia? ¿Encuentras paz? Los cantos, los rezos, la celebración ¿traen alegría a tu vida? ¿Sientes que te puedes comunicar con Dios?.. Si lo que estás haciendo funciona bien para ti, entonces sigue haciéndolo. Si sientes que necesitas encontrar otros caminos, entonces búscalos por ti misma, pero nunca lo hagas porque alguien te presiona o de alguna manera te está haciendo “bully” para que lo hagas.
Este es un asunto entre tú y Dios. No permitas que nadie se interponga en esa relación que es sagrada. Te mando bendiciones
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