Querida Doctora Consejos: Antes de contarle mi problema, quisiera que supiera que su columna me ha ayudado a ser mejor en la vida. Y es que sus sabios consejos son tan buenos y acertados,
Querida Doctora Consejos:
Antes de contarle mi problema, quisiera que supiera que su columna me ha ayudado a ser mejor en la vida. Y es que sus sabios consejos son tan buenos y acertados, que he aprendido mucho de ellos.
Soy un joven de 25 años, y tengo una novia desde hace mucho tiempo. La conocí cuando tenía 15 años y desde entonces estamos juntos. Pasamos todo el día y todos los días juntos, pero cada quien vive en su casa. Ella está estudiando en la universidad y yo la apoyo en todo lo que puedo. A veces, hemos hablado de casarnos y formar una familia. Aunque ella es una persona inteligente, amable, amorosa y respetuosa, pero a veces siento que no me comprende del todo. Soy una persona con grandes cualidades y deseos para salir adelante, pero vengo de una familia de violencia doméstica y alcoholismo. Me gustaría que me dijera qué piensa de mi historia y qué me aconseja. Gracias.
— Efraín.
Querido Efraín:
Todos tenemos una historia heredada de nuestros padres. Lo que hacemos con esa historia es transmitirla a nuestros hijos de dos maneras: repitiendo los mismos patrones vividos o reparando y modificando esa forma de vida. Algunos que provienen de hogares como el que tú describes, si no están conscientes del daño recibido o si tienen demasiada rabia acumulada que no han podido liberar, tienden a repetir la misma historia. Estos, tristemente, lo que hacen es tomar venganza en sus hijos del daño recibido de sus padres. Otros más afortunados y sabios, aprenden de su historia lo que les hizo daño y con gran amor y respeto por sus hijos, luchan por darles una vida diferente. Estos, gracias a Dios, reparan la historia luchando por dar a sus hijos lo que hubieran querido recibir de sus padres y con esto les dan herramientas para mejorar su propia vida y la de las generaciones venideras. Leyendo tu carta, me parece que tú estás en el segundo grupo porque reconoces en tu novia cualidades y virtudes que la hacen valiosa y sobre todo porque la elegiste precisamente a ella que posee amplio potencial de ser buena esposa y madre. (Ojo: si estuvieras en el primer grupo, de seguro hubieras elegido a una mujer conflictiva). Yo creo que tú tienes buena madera y sabiduría suficiente para hacer feliz a tu futura esposa y a la familia que piensan formar.
Te deseo buena suerte.
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