Muy criticado en ocasiones y adorado en otras, pero la constante con Carlos Vela es que siempre que declara algo, decide algo o logra algo, es tema obligado de conversación.
Recientemente Vela sostuvo una guerra mediática con Zlatan por el clásico angelino llamado “El Tráfico”, sin embargo, el delantero mexicano le puso fin a los dimes y diretes con un botón de elegancia y clase matando la polémica de un solo golpe diciendo que Ibrahimovic está a otro nivel.
Ahora Carlos Vela Garrido da nuevamente de qué hablar, pero en esta ocasión la polémica y la crítica se van a quedar sentaditas en su silla a esperar, porque en esta ocasión es momento de reconocer al jugador mexicano.
Si hablamos de jugadores aztecas en la MLS con más goles seguramente vendrán a la mente nombres como el de Cuauhtémoc Blanco, “El Cubo” Torres, pero hoy el que manda en este departamento es Vela Garrido con 37 goles en muy poco tiempo y eso lo hace ser nuevamente ovacionado en una de las ligas con más crecimiento a nivel mundial y no solo eso, ser reconocido nada más ni nada menos que por Hugo Sánchez y a la vez por millones de mexicanos en su México y alrededor del mundo, sí, hoy Carlos Vela ha logrado hacer una enorme historia en la MLS.
Con este nuevo logro del talentoso delantero mexicano vienen a la memoria unas viejas declaraciones del artillero que trataré de recordar y que según mi memoria decían así:
“La verdad es que a mí el futbol no me apasiona, para mí es un trabajo y acabando de jugar no me hablen de futbol, no me apasiona”
No recuerdo sus palabras para crear polémica, sino al contrario; yo creo que Vela es uno de los jugadores más importantes que ha dado México por su talento nato y por la enorme sinceridad con la que se conduce y el que es hoy, el máximo anotador mexicano en la MLS, el mismo que dijo que nunca se adapto a Inglaterra en su aventura por el Arsenal, el mismo que se robo el corazón de milies y miles cuando milito en la Real Sociedad de San Sebastián y el mismo que desnudó muchos problemas internos en la Selección Mexicana de Futbol.
Hoy simplemente festejemos que en California y en el LAFC tenemos a Carlos Vela, para disfrutar de su desparpajo al jugar, al encarar y al anotar con esa zurda privilegiada.
La pregunta es: ¿Llegará a jugar algún día en México?
Dicen que del amor al odio hay un solo paso y esto no es la excepción en el boxeo y vaya que aplica cuando surge el nombre de Julio César Chávez Jr en escena.
El hijo de la leyenda recientemente regresó a los encordados con una gran victoria para los que sabemos de boxeo, para los que no saben y con dos cervezas encima y desde su silla se creen analistas, Julio peleó con un “BULTO”.
Aquí el tema no es si Julio enfrentó al mejor o al peor de su división, es obvio que era una pelea de “TUNE UP”, pero no olvidemos que el rival, Evert Bravo, también tiene puños y licencia de profesional y allá arriba, donde muy pocos se suben, todo puede pasar.
Independientemente del resultado, lo que me llama la atención es que en su regreso después de mas de dos años, Julito como le digo de cariño, volvió a desatar los más encontrados comentarios y las críticas más recalcitrantes, sin duda alguna Julio sigue causando polémica y sin buscarla.
No me logro explicar el desmedido odio en las redes sociales de un sector hacia el hijo de uno de los deportistas que más le ha dado gloria a nuestro deporte.
Les pregunto a los detractores: ¿Por qué lo atacan tanto?
En mi punto de vista deberíamos celebrar que Julio tuvo los pantalones de reconocer sus problemas de indisciplina, de adicciones y ha logrado en base a trabajo alejarse de sus demonios… ¡Eso es lo importante!
Solo el tiempo dirá si Julito vuelve a la cima del boxeo y desde ya se mencionan nombres como el de Alfredo “Perro” Angulo y Daniel Jacobs, pero lo más importante es que regresó en forma y muy aliviado de algunos años que literalmente fueron como el infierno para nuestro primer Campeón Mundial Mediano, desde aquella dolorosa derrota ante Sergio “Maravilla” Martínez.
¡Dejemos que Julio escriba su propia historia y nosotros como mexicanos vamos a darnos la mano!
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