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¡UN POQUITO DE CONSIDERACIÓN!

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   Quiuuuúboleee! Cómo les va a mis cuadernos de doble raya, y a esas guerqui’as boni’as, bien?… ¡ah!, po’s qué güeno!

 Y pa’ empezar, que les parece si les echo un chistorete sangrón, aunque éste está medio largo, ¿me lo aguantan?… zas!, Se llama “Tres Deseos”…. ahi ta’:

  Resulta que una mujer estaba jugando golf y golpeó la bola hasta mitad de un bosque… Mientras buscaba la bola de golf encontró un sapo atrapado en un arbusto.

 El sapo -que hablaba- le dijo:- Soy un príncipe embrujado, ¡Si me liberas te concederé tres deseos!… Por supuesto que la mujer, sin dudarlo lo liberó.

 Y claro que el sapo se lo agradeció:

– Gracias -le dijo-, pero una condición para concederte los 3 Deseos… ¡Cualquier cosa que pidas para ti, tu marido recibirá 10 veces más!

 ¡Ah! No hay problema alguno -respondió la mujer- es más, me parece muy bien… ¡Je! ¡Je! ¡Je!

  Entonces ella pidió el primer deseo: 

“¡Quiero ser la mujer más bella del mundo!”… ¿Segura? No olvides que tu marido recibirá 10 veces más…

 Eso no me preocupa porque, siendo yo la mujer más bella del mundo, él sólo tendrá ojos para mí.

¡¡¡y Zuuuam!…. el sapo le concedió el 1º deseo: La convirtió en la mujer más bella del mundo.

Como segundo deseo, la mujer pidió:

“¡Quiero ser la mujer más rica del mundo!”

¿Estás segura? -volvió a preguntar el sapo- no olvides que tu marido será 10 veces más rico que tú.

 No importa -respondió ella- porque lo mío es de él, y lo de él, es mío.

 ¡¡¡Y zuuuuam!!! …. El sapo le concedió el 2º deseo. La convirtió en la mujer más rica del mundo.

 Finalmente, llegó la hora de pedir el tercer deseo… Dijo la Mujer: Ahora quiero tener un ligero ataque cardíaco… ¡Je! ¡Je! ¡Je!

 Y sin hacer comentario alguno ¡¡Y zuuuuam!! El sapo le concedió el tercer deseo.

 Moraleja: Las mujeres son muy astutas. Nunca intentes saber qué piensan y menos las subestimes.  

  Pero ya pasando a otra cosa realmente importante y olvidando a la ñora del chiste, oigan, ¿no les molesta, no les cae gordo, no les enca…. brita cuando algún güey/a se quiere pasar de listo?;  pero lo pior es cuando un pariente o amigo -dizque- te quiere ver la cara de maje, como por ejemplo, tu gran cuate que te vendió su carro usado y que ‘casualmente’ al día siguiente de la compra se lo jodió la transmisión; o el primo que te pide una lana prestada y luego se hace rosca pa’ no pagarte (siquiera juera prima, po’s hay uno vería como le cobra) o el cuñado que convenció a la vieja que le dieran posada por un par de semanas y ya van dos años y no lo puedes echar de tu sala; y qué hay de esos vecinos que tienen carros estacionados por toda la cuadra, sin importar de los demás, que también necesitan dónde dejar sus carros… y para descaro ni usan esos autos… ¡ah!, qué _inche coraje!.

Puede ser, que yo les parezca algo gruñon -ok, ok!, quítenle el puede-, pero creo que como yo, a muchos de ustedes también les encaaabritan este tipo de cosas, así como algunas otras que aparentemente son sin importancia pero que también molestan, al menos a mí sí me sacan de ‘onda, como por ejemplo esos tipos (y tipas, que también las hay) que presumen de todo. Que tienen tal o cual cosa, que ganan tanto, que sus hijos, hermanos o familiares son la quinta maravilla del mundo, que su casa vale mucho, etc., etc. y lo curioso es que muchas veces tú sabes que nada es cierto y ellos saben que tú sabes eso, pero aun así te lo presumen…? y lo pior es que en ocasiones esos güeyes tienen la desfachatez de ponerte a ti, sí, a ti!!! como testigo ante los demás…

 Y como esas, también hay otras cosas que a mí me caen en la punta,,, del coco; Como por ejemplo que me saluden, dándome la mano toda aguada, sin fuerza, parece que estoy agarrando un pescado; o que cuando alguien llega al lugar donde estoy, me pregunte: ¿no hay nadie?… -¿y entonces quién soy yo, güey!?-. Ah!, y no se diga, que cuando al hablar conmigo, a cada momento me pegunten ¿me entiendes?…. claro que te entiendo, po’s qué crees que soy —indejo o qué!!?

 Pero si lo anterior me molesta, hay una cosa que últimamente me saca de quicio, y es que cuando estoy hablando con alguien, de repente me ignore por culpa del celular… en cuanto le suena su tel., con un simple ‘disculpa’ y contesta dejándome con la palabra en la boca. Ahora que si esta chavo/a, entonces en cuanto sienten la vibración… del tel, sin decir agua va, empiezan a ver quien le envió el texto y luego, luego empiezan a contestarlo, sin importarles que uno esté enfrente, esperándolos como _indejo a que terminen de textear… No hay derecho!!!

 Creo que todos nos merecemos un poquito de respeto y consideración y quienes hacen eso no nos lo tienen, por eso desde aquí les mando, -con todo respeto, eso si- un sonoro taca tataca, tacaaa!

digO, yo No’mas diGO!

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