Cuando los chicos se portan mal es suficiente con sacarles los juegos de videos por unas horas, o dejarlos sin golosinas o televisión, para que tengan mejor conducta. Sin embargo para la mamá de Sofía Petrova eso no alcanzaba… ENTÉRESE Y SORPRÉNDASE de la historia de esta joven.
Sofía, una joven rusa que vivía desde que tenía 2 años en Virginia, últimamente, según su madre, no estaba teniendo una buena conducta, por lo que, cuando la joven tenía 15 años, su madre la llevó a “unas vacaciones de tres semanas en Siberia”, donde conocería a su padre biológico.
Al llegar al frío país, la madre cambió su versión, bueno… sí le presentó a su padre biológico, lo que no le había dicho es que se quedaría con él por tiempo indefinido… Y dejó a la joven, que no hablaba ruso, con su padre biológico, que no hablaba inglés. Cuando Sofía descubrió que no tenía pasaje para volver, se contactó con su familia y le dijeron que hasta que no corrija su mala conducta no regresaría.
Lo peor no termina ahí, descubrió que su papá, era un borracho, que en varias ocasiones la golpeó y hasta abusó de ella. Para poder separarse de él y poder conseguir dinero para regresar, comenzó a trabajar.
Muchas veces envió cartas a su familia estadounidense para que la dejen volver, sin embargo su mamá seguía sin perdonarla. Por lo que en un video cuenta que “entiende que está ahí como un castigo”, pero que “echa de menos a su madre” y su vida en Estados Unidos.
Natalia Roberts, la madre, y su padrastro explican que no tuvieron otra opción. “Enviar a Sofía a Siberia fue una decisión difícil, pero fue una decisión acertada”, porque su comportamiento era “incontrolable”: se encontraba suspendida en la escuela, tomaba drogas, había robado más de $1,000 dólares a su madre y llevaba a chicos a casa sin permiso.
A diferencia de su familia, los que sí querían a Sofía de regreso eran sus amigos. Desde Virginia organizaron manifestaciones públicas y campañas en su favor para que la dejaran volver antes de que cumpliera 18 años, ya que convirtiéndose en mayor de edad sería muy complicado entrar al país de forma legal, según le informó la embajada de EEUU en Moscú. Tanto ruido hicieron sus amigos que los medios locales comenzaron a cubrir su historia. Y gracias a esa difusión pudo ponerse en contacto con Farid Soulimani, una ex pareja de su madre que la crió desde pequeña. Inmediatamente la trasladó a donde él estaba en Marruecos, en la que actualmente reside con la familia de su padrastro.
Hace meses que Sofía perdió contacto con su mamá, de hecho no está segura si sabe de su traslado a Marruecos. Aún tiene la esperanza de volver a Virginia para reconstruir el vínculo con su madre y hermana, aunque ¿Quién quisiera reconstruir una relación con una madre así?
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