Las cosas que suceden al alcance de nuestros sentidos no necesitamos que no las digan, las vivimos… Aún así, hay cosas que vemos y vivimos y de repente resultan más interesantes cuando otro nos las cuenta, sobre todo si es buen contador. Por ejemplo, un partido de futbol que nos parece aburrido, un buen comentarista nos puede hacer verlo interesante. Hay una anécdota de hace como 2500 años, que el rey de Esparta le preguntó a Tuccídides, no el historiador, sino a un oponente político de Pericles el ateniense, que quién era mejor luchador si él o Pericles, aunque el tal Tuccídides tenía fama de buen luchador, de inmediato contestó que Pericles era mejor luchador, y explicó, que aun cuando Pericles estuviera derrotado y en el suelo, era capaz de convencer al público de que había ganado. Tal era la fama de bueno para convencer que tenía el ateniense.
Si es posible que nos convenzan de lo contrario de que lo que vemos y vivimos en el presente no es como lo vemos y vivimos, con cuanta mayor facilidad nos pueden convencer de que algo sucedido en el pasado, no fue como pasó sino como nos dicen que pasó. Después de todo, dicen, y creemos que es verdad, que la Historia la escriben los vencedores…. así ha sido y así será.
El mundo lo entendemos por lo que vemos, vivimos y reflexionamos, pero más lo “entendemos” por lo que nos dicen los historiadores, los escritores de libros y de noticias…
Si no fuera por los escritores antiguos no sabríamos del origen e historia de la humanidad en el mundo. Y aunque hoy haya otros medios, como grabaciones de voz y películas, fueron los escritores los que forjaron el equipaje cultural de la humanidad. Desde Moisés con el Pentateuco, Homero, Platón, Dante… y millones de escritores, incluyendo a los cuatro evangelistas, han forjado lo que sabemos, y lo que creemos que sabemos, de esta grande aventura de la humanidad en el mundo y en la Historia.
Pero no sólo los escritores de historias verdaderas han configurado la cultura universal, tan importantes como los escritores de Historia han sido los escritores de historias.
Romeo y Julieta hubieran quedado en las cuevas del olvido de no haber sido por Shakespeare, y de no haber sido por Cervantes, que rescató los escritos de Cide Hamete Benegeli, las aventuras de Don Quijote y Sancho no serían conocidas por todo el mundo… Sin escritores no se conocería el cuento de caperucita roja, o la cenicienta, el pastorcillo mentiroso, o…… de tantas y tantas historias y cuentos conocidos en todo el mundo que son sirven para reforzar los valores y la conciencia moral universal…
Es indudable que muchas cosas pasaron en el sitio de Troya, pero el mundo sólo supo lo que contó Homero; Es indudable que Jesucristo dijo muchas cosas en su vida, imagina cuántos libros se escribirían si se escribieran todas las cosas que dice y hace un hombre en treinta y tres años; sin embargo, sólo conocemos las que los evangelistas escribieron. Los escritores escogen lo que nos dicen… y se acostumbraba que dijeran la verdad… desnuda, sin disfraces ni atuendos. No hace mucho, todavía en los tiempos de un tal Walter Cronkite que algunos recordarán, los lectores de noticias se limitaban a leer la noticia como la escribieron, sin quitarle ni ponerle, sin influir en el pensar de los que los escuchaban, estos deberían de formar su propia opinión… y por eso eran respetados los lectores de noticias….. Algo cambió hoy en día… los escritores se han devaluado. De pronto todos nos volvimos expertos. Ante el oleaje creciente en el mar de opiniones, cada día es más difícil encontrar puntos firmes para anclarse con una creencia, y los faros de luz cada vez se ven más lejanos y opacos… y algunos son espejismos. ¿Habrá escritores serios que nos digan lo que está pasando? Tal vez lo que vemos como tragedia, alguien nos lo haga ver como una comedia. ¿Cómo quedará nuestro presente en la Historia? ¿Quedará como lo vivimos?
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