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Zona rural de California ve reaparecer el agua tras años de sequía

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EFE

Tras años de una sequía que dejó secos sus pozos, los grifos de las viviendas de la zona rural de Porterville, al norte de Los Ángeles, comienzan a recibir agua potable, lo que permitirá a los vecinos olvidarse de los camiones cisterna y el agua embotellada…

El Departamento de Recursos del Agua (DWR) de California ha puesto en marcha en esta localidad un proyecto de suministro de agua a través de las tuberías que en su primera fase beneficiaría a unos 70 hogares, pero que tiene previsto satisfacer las demandas de agua potable de unos 1.800 hogares hacia 2017.
La sequía crónica que sufre California desde hace cinco años obligó a las autoridades a paliar la falta de agua en los hogares con el reparto del líquido a través de camiones cisternas, en especial cuando unos 6.000 pozos fueron reportados secos y los embalses se redujeron hasta alcanzar hoy un promedio del 50 % de su capacidad.
“No ha llovido durante años atrás, ya tiene mucho tiempo de que no llueve y por eso los pozos se fueron acabando y se secaron”, explicó a Efe Guillermina Ávila Ramírez, residente de East Porterville y quien se surtía de agua de un pozo que desde hace tres años ya no tiene líquido.
Su esposo, Leonicio Ramírez, explicó a Efe que en el área la casi totalidad de los hogares obtenían agua de pozos con bombas de agua, muchos de ellos al interior de sus domicilios.
“Cuando se nos secó el pozo empezamos a acarrear el agua en tambos (barriles) para bañarnos y limpiar un poquito la casa”, contó Leonicio, un trabajador agrícola local, y quien se vio obligado a recoger agua de camiones cisternas remitidos por las autoridades locales.
La familia Ramírez posee uno de los 1.500 pozos sin agua que se han contabilizado en Tulare, el condado agrícola más afectado.
Solo en East Porterville, de mayoría hispana, son 500 pozos los que no producen el líquido vital.
Greg Farley, gerente de sequía de DWR, relató a Efe que “una solución permanente” para familias como la de los Ramírez consiste en “extender las tuberías de agua potable desde la ciudad de Porterville a un aproximado de 1.800 viviendas”.
En eso justamente consiste el Proyecto de emergencia de Porterville, con fondos de Crisis por la Sequía, que para 2017 deberá estar terminado, y en el que los costes de conexión para cada casa, que ascienden a unos 5.000 dólares, serán subsidiados por el estado.
El hogar de los Ramírez es una de las 70 casas en donde desde el pasado viernes llega agua potable gracias a una conexión a tuberías instaladas en las calles, pero no en los hogares, y que se nutren de la vecina ciudad de Porterville.
Tomas García, otro afectado quien vive a tres cuadras de la casa de la familia Ramírez, dijo a Efe que a él tiene que esperar a que los trabajos de instalación de tuberías lleguen hasta su casa.
“Lo único que estamos pidiendo es lo básico, es agua, el agua es supuestamente para todos”, expresó García, quien es miembro de la organización vecinal “Este de Porterville por la Justicia para el Agua”.
“La fecha en que me quedé sin agua fue en abril de 2014, cuando completamente mi pozo estaba seco”, rememoró este trabajador de un taller de vehículos para uso agrícola.
“De ahí fue cuando empezó todo el estrés, dolores de cabeza, porque ya el tiempo que uno tenía con la familia, ya uno lo está invirtiendo en tratar de tener agua en la casa”, agregó.
La severa sequía que sufre California ha obligado a un racionamiento de agua y además es caldo de cultivo para incendios, como el que se inició la pasada semana en una área montañosa del condado San Bernardino y que ha destruido unas 100 casas, según autoridades estatales.

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