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¡¡LA RUTINA ES LO QUE MATA LA PASIÓN!!

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“¡Cómo pueden comportarse así frente a la gente!… ¡Parecen recién casados!” son algunos de los comentarios más común cuando una pareja expresa su amor y, en algunos casos, pasión frente a los demás constantemente. O habrá a quienes les dé envidia ver a una pareja tan enamorada, aun cuando hayan pasado los años.

Y es que por regla general en el principio del matrimonio o de una relación estable, las demostraciones afectivas y sexuales se presentan con mayor frecuencia, para que luego, con el paso de los años, disminuyan. Puede llegar a ser tan común que se pierda el apetito, que hasta se llega a pensar que es normal en una relación madura.

Los expertos en relaciones de pareja explican que esto no es natural, más bien se pierde el interés y en la mayoría de los casos sucede por la falta de creatividad y la rutina. De hecho, el comienzo de cualquier relación es diferente en cuanto a sentimientos y frecuencia de encuentros sexuales, y hay que tomar en cuenta que sólo es la primera fase del enamoramiento.

En ocasiones, la relación se va deteriorando sin darnos cuenta a base de pequeños detalles que, poco a poco, consiguen que dos personas que estaban íntimamente unidas comiencen a alejarse.

En esta etapa la pareja siente la necesidad de tener mayor relación no sólo en lo sexual, sino que desarrolla el sentimiento de tener que pasar más tiempo con él en diversos ámbitos de la vida, como realizar actividades intelectuales o deportivas en igual forma, siempre juntos y en forma compartida.  Esta actitud, por sus propias características, puede dar como resultado que se den más oportunidades de tener momentos íntimos en la soledad de algún lugar determinado, y la frecuencia se dará por la gran cantidad de tiempo que pasan juntos, luego entonces, es muy lógico que al pasar el periodo de enamoramiento y que la relación se convierta en amor adulto, el tiempo que se pasa con la pareja se reduce considerablemente, además de que interfieren las actividades diarias como son el trabajo, los hijos, las compras y todos los problemas que vienen ligados a estas actividades.

También se debe tener presente que cuando el tiempo de estar o pasar juntos en pareja disminuye, eso no quiere decir que la actividad sexual tiene que disminuir, después de un grado razonable de asentamiento consecuente del enamoramiento.

Muchos estudios han demostrado que la mayor causante de la baja en la frecuencia de encuentros sexuales y románticos en la pareja es la monotonía, y la falta de interés en experimentar nuevas formas de tener estos encuentros y dejar a un lado la espontaneidad y la creatividad. Si se reúnen esos elementos para cambiar constantemente los encuentros sexuales no se podrá dar tiempo a una disminución de los mismos, sino que por lo contrario podrán aumentar constantemente el interés de su pareja incluyendo nuevos elementos como pueden ser diferentes posiciones, juguetes sexuales, cuentos eróticos, películas.

No hay duda que lo que mata la relación en la pareja es la rutina, y no hay otra cosa. Es cuando sólo los viernes, en el mismo lugar y en la misma posición. Y eso está mal; la pareja debe salirse de la habitación e irse a la cocina, lavandería y experimentar posiciones, libros eróticos y todo lo que su moral e imaginación les permita, para no caer en el aburrimiento sexual. 

Entonces sólo es cuestión de variarle, pero también hay otro factor, explican los sexólogos, no tan común pero sí recurrente, que es el estrés, porque los nervios causan inhibición de la erección o de la excitación, así que recomiendo que traten de vivir más intensamente las pequeñas cosas de la vida y el amor.

Ojalá las parejas pensaran bien antes de cohabitar, y no solo iniciaran una relación de pareja porque no se tiene otra cosa mejor qué hacer o porque se quiere evadir otros problemas. Aunque cada pareja es tan diferente que no existe algún parámetro para afirmar qué es lo normal en una pareja, cuántos encuentros son los correctos o de qué manera deberán variar su sexualidad.

Si bien la rutina en la relación es peligrosa y mas aún cuando llega la madurez en el amor, pero eso no significa que acabe el deseo ni la pasión, sólo hay que experimentar sensaciones, novedades y todo lo que pueda avivar la relación.

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