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MIS TALONES SE AGRIETAN, ¿QUÉ PUEDO HACER?

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Los pies secos y agrietados se producen debido a un cambio en la dermis o piel de los pies, la cual tiene de por sí mayor densidad y un mayor grosor que las de otras partes del cuerpo, como la cara, cuya piel es mucho más fina y sensible, señalan desde la Clínica FuenSalud (www.clinicafuensalud.com), en Madrid (España).

La piel de la planta del pie contiene más células adiposas, al ser una zona que deber soportar todo el peso corporal, mucha presión y estar sometida a muchas fricciones, señalan.

Por lo general los cambios y las alteraciones en la piel de los pies, que hacen que se vuelva dura, seca y sin elasticidad, se pueden observar sobre todo en los talones, que es la zona más afectada, según apuntan.

Aunque esta afectación es mucho más evidente en los meses de verano, eso no significa que no se pueda sufrir a lo largo del año, según esta misma fuente.

“Los talones secos y agrietados son comunes en el invierno”, según el dermatólogo Patrick Blake, en Portrait Health (www.portraitcare.com) , en San Diego (California, EE. UU.).

“El clima frío y seco, caminar descalzo y las duchas calientes prolongadas son algunas de las razones por las que se pueden tener los talones secos y agrietados en la temporada fría”, señala este especialista en la piel, en un comunicado de la Academia Estadounidense de Dermatología (AAD, por sus siglas en inglés).

MOLESTIAS EN VERANO E INVIERNO.

Añade que “un error que cometemos en la época cálida del año es no alternar el calzado cerrado, como las zapatillas, con el calzado abierto, por ejemplo las chancletas o sandalias, las cuales usamos en exceso, lo que provoca que los talones se agrieten y en situaciones extremas, puedan sangrar y sufrir infecciones”.

“En invierno, esto ocurre menos. En esa temporada los talones pueden ser afectados por una calefacción excesivamente alta en espacios concentrados y secos”, asegura Arnedo.

“Para cuidar los talones, lo mejor es hidratarlos con buenas cremas que contengan ingredientes clásicos, como la manteca de karité, los aceites de almendras o aguacate, el colágeno, la glicerina o la urea”, aconseja esta especialista.

Señala que también son recomendables algunos productos específicos para este problema, que hidratan en profundidad tanto los pies secos como los talones agrietados.

“Muchas personas recurren a las cremas, corporales e incluso faciales para tratar la sequedad en los pies o bien las grietas en talones”, admite.

“Sea cuál sea el producto cosmético elegido, lo más aconsejable es aplicarlo de noche, dejando que sus principios activos penetren en la piel mientras descansamos”, recalca Arnedo.

Además, muchos centros de uñas ofrecen envolturas y pedicuras tipo ‘spa’, que incluyen masajes ligeros y suaves, e ingredientes orgánicos que potencian sus propiedades, como el chocolate, las algas, el vino, el fango o los cítricos, según Arnedo.

REMEDIOS CASEROS.

Además de un clásico como la piedra pómez, que no puede faltar en ninguna ducha, existen elementos y productos naturales que ayudan a aliviar y mejorar el agrietamiento de los talones, como una mezcla de limón, agua de rosas, glicerina y bicarbonato de sodio que actúa como exfoliante, según los cosmetólogos.

También pueden ser útiles las mascarillas de aceite de oliva virgen extra y/o aloe vera que deben permanecer un buen rato sobre los pies, por la noche y cubriéndolos con una toalla, para facilitar la absorción y que la hidratación sea completa, apuntan.

CALZADO ADECUADO.

La sequedad de la piel o xerosis de los pies, suele aparecer cuando se cambia el calzado de una temporada a otra.

Los especialistas desaconsejan que los pies estén apretados y cerrados durante lapsos excesivos, demasiado tiempo al aire libre o caminando largas horas, y recomiendan evitar las sandalias abiertas por la parte de atrás, ya que favorecen las grietas cutáneas. Una buena opción consiste en alternar diferentes tipos de zapatos y no abusar de ninguno en concreto, según proponen.

ALIMENTACIÓN SALUDABLE.

La elasticidad de la piel se ve favorecida por una correcta alimentación en la que no deben faltar ácidos grasos como los que aportan el aceite de oliva virgen extra, los frutos secos, el aguacate, el salmón y otros pescados azules, según los especialista en cosmética.

Las frutas y las verduras, que aportan al organismo vitaminas y minerales como el zinc, así como abundante agua, también son aliadas de la salud dermatológica de nuestros pies, según Arnedo.

Rocío Gaia/EFE Reportajes

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