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“El Tantra” Culto al Extasis

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¿Qué es el tantra? Según los seguidores del sexo tántrico, que comparten muchos de sus principios con el yoga, a través de encuentros prolongados y relajados y siguiendo determinadas rutinas amatoria

 

“Hacer el amor es un derroche de energía, por eso con una vez por mes es suficiente!”

 
¿Qué es el tantra?
 Según los seguidores del sexo tántrico, que comparten muchos de sus principios con el yoga, a través de encuentros prolongados y relajados y siguiendo determinadas rutinas amatorias, las parejas pueden conseguir una unión física y espiritual tan intensa que los orgasmos llegan a sentirse con todo el cuerpo. Por esta razón, se dice que el  Tantra es el culto del éxtasis.
 
 El Tantra, que en sánscrito quiere decir “secreto”, es un conjunto de textos y rituales religiosos esotéricos budistas e hindúes en los que el dios Siva explica la filosofía del ritual tántrico, que incluye la práctica del sexo consciente como camino para potenciar la sensibilidad humana y focalizar toda la energía en una satisfacción mutua. 
 
En “Tantra, amor y sexo
 El corazón del sexo tántrico”, la autora Diana Richardson insiste en que es fundamental conectarse con el presente para disfrutar de cada paso: “Nuestro estado de conciencia se ve negativamente afectado por nuestro propio interés por el orgasmo, ya que concentrar nuestra atención en algo que está por llegar, hace que nos perdamos el maravilloso momento presente”, dice. 
 
  Los tantristas consideran que la eyaculación es un derroche de energía, por eso creen que con una vez por mes es suficiente. 
 
  Para los sexólogos, el sexo tántrico no es ninguna novedad. “Cuando uno lee con detenimiento esas técnicas, se encuentra con que en su estructura es similar a las clásicas que todos los días aplicamos en Occidente; en particular, para los problemas de eyaculación precoz y la falta de erotismo en las pa-rejas. Para bien o para mal, estamos en este mundo occidental, y la gente, por lo regular, no tiene tiempo para dedicarse a meditar, respirar, concentrarse en las sensaciones fisiológicas”, opina el Dr. J. C. Kusnetzoff, sexólogo clínico, miembro titular de la Academia Internacional de Sexología Médica. 
 
 Es probable que, como dice el Dr. Kusnetzoff, sea difícil llevar a cabo la técnica “original”. No obstante, a lo mejor, algunas de las costumbres “tántricas” nos aportan un nuevo punto de vista que mejore nuestras relaciones. ¡Con probar, no se pierde nada!, ¿no crees?
Guía tántrica….  ¡Cuanto menos, mejor! 
 
 Probablemente te suene algo contradictorio o confuso, pero el primer paso para practicar sexo tántrico es precisamente ¡no practicar el sexo!… Sí, tal como lees. 
 Los seguidores más leales de esta práctica recomiendan hacer el amor una sola vez al mes para “acumular energía  sexual”. Si te parece mucho tiempo, te recomendamos dejar pasar unos cuantos días, para que aumente el deseo. En parejas que perdieron el interés, esta “abstinencia” logra increíbles resultados. 
 
Haz de tu habitación un templo del amor 
 Ilumina el ambiente con velas blancas y perfumadas, coloca flores frescas en jarrones y ten a mano aceites y bálsamos para los masajes. También, escoge una música suave que favorezca la relajación y prepara una bandeja con fruta y agua, para los momentos de “descanso”. Antes de iniciar la sesión, baja el timbre del teléfono o directamente desconéctalo, y asegúrate de que nada vaya a interrumpirte.
 
Déjate llevar por el ritmo de la respiración
  En el Tantra, las palabras sobran, el ritmo lo lleva la respiración. Siéntate frente a frente con tu pareja y comienza a respirar en forma pausada y sincronizada con él. Cuando tu exhalas, él inhalará; la idea es que él respire de tu aire y tú del suyo. Cierra los ojos y siente cómo el aire recorre todo tu cuerpo. 
 
De a poco, los pensamientos irán desapareciendo y entrarás en estado de meditación. 
 
 El momento de las caricias….  Toma algún aceite y masajea a tu pareja con movimientos lentos y suaves. Primero, circulares y luego, de arriba hacia abajo, explorando todo el cuerpo. Haz que tus dedos busquen tu propio placer. Eso sí, absténganse de los pechos y los genitales. ¡Se reservan para lo último! Acaríciense durante quince minutos, luego hagan un descanso y vuelvan a la carga. 
 
 El beso del deseo…. Recuéstense uno junto al otro, mírense a los ojos y bésense sin tocarse. Sigan el ritmo de la respiración. Cada vez más próximos. Mirándose fijamente y besa su piel. Recorre su cuerpo con tus besos. Recuéstate de espaldas y permítele que acaricie todo tu cuerpo. Déjate llevar por las sensaciones sin apresurarte. 
 

 Así, dejándose llevar por las sensaciones placenteras, podrán encarar finalmente el coito, siempre lenta y suavemente, hasta que se produzca el orgasmo y éste los llene de placer, de los dedos de los pies hasta la punta de la cabeza…. Disfrútalo!!! 

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