LOADING

Type to search

Licenciado Vidriera Ed 34- 2015

Share
Comparte

Por Mario Soto Centeno

    No es lo mismo darse a valer que ser valioso. El que no vale es el que tiene que darse a valer. No es lo mismo darse a respetar que ser respetable. El que no merece respeto es el que necesita darse a respetar.  No es lo mismo darse a entender que ser entendible. Es el que….por ejemplo yo ¿soy entendible?, bueno, me dicen que no sé darme a entender… ¿o qué?

  Haciéndoles caso a unos que me dicen que no me entienden he tratado desesperadamente de darme a entender, y es allí cuando me hago menos entendible.. ¿me entiendes?.. ¡explícame, pues!

   A poco no te ha pasado que cuando estás platicando, alguien te dice: “lo que tú quieres decir es que…. blablabla”. A veces por no desanimarlos,  o para no entrar en discusiones innecesarias, les dices que sí, que eso querías decir, aunque por dentro estás diciendo “eso entendiste tú, pero andas lejos de lo que yo quise decir”.  Aunque, te diré que no es mala idea que nos digan lo que quisimos decir, porque así sabremos a ciencia cierta si nos entendieron o no. 

  Parece que hoy con tanta comunicación es cuando nos entendemos menos. Hay mucha gente hablando y pocos oyendo. Todos queremos hablar, todos queremos que nos oigan y nadie oye, ni siquiera nos oímos a nosotros mismos… (Mucho ruido y pocas nueces). Alguien te habrá dicho, o tú le habrás dicho a alguien, “¿Te das cuenta de lo que estás diciendo?” “¿Sabes lo que estás diciendo?  Es verdad muchos lo que queremos es hablar y no sabemos ni lo que decimos.  

   Algunos solo quieren hablar, eso  es todo. Otros  están  más interesados en “tener la razón” que en “entender la razón”. En otras palabras, queremos tener la razón, pero a veces la razón es lo que menos nos interesa, simplemente queremos que el otro acepte nuestra opinión, una opinión que ni siquiera hemos analizado nosotros mismos, pero el que los demás la acepten nos hace sentir bien.  ¡Qué fregón soy! Como si la verdad fuera cuestión de mayoría de votos. 

  Hoy hay la facilidad de predicar a todo pulmón y a los cuatro vientos en las redes sociales.   Sobra decir que no todo lo que anda, nada o flota en las redes es cierto. Cualquier zonzo, como tú comprenderás y hasta llo…viznando, puede opinar de cualquier cosa ante un grupo.  Y algunos hablan y dicen las cosas con tanta autoridad que esperan que todos los demás lo creamos como salido de boca de la Verdad misma. 

   Por principio de cuentas debes saber que cada que expones lo que sabes, siempre habrá alguien que sepa más que tú y verá claramente lo poco que sabes, pero también verá claramente lo mucho que ignoras. ¿Entiendes esto?   ¿Ya ve, qué te digo? 

  Siempre, siempre será más lo que ignoramos que lo que sepamos. Así tú, si no hay necesidad de decir lo poco que sabes, no tienes por qué descubrir lo mucho que ignoras. Como dijo aquel que dijo: “Muchas veces más vale que te quedes callado aunque la gente piense que eres ignorante, a que hables y lo demuestres” y menos en la internet donde estás “al público de la gente” En todo caso y en todo lugar es mejor decir no sé a decir que sabes y no saber. ¿Te acuerdas del dicho árabe?

   No digas todo lo que sabes No hagas todo lo que puedes No creas todo lo que oyes No gastes todo lo que tienes Porque: El que dice todo lo que sabe El que hace todo lo que puede El que cree todo lo que oye El que gasta todo lo que tiene Muchas veces: Dice lo que no conviene. Hace lo que no debe. Juzga lo que no ve. Gasta lo que no puede.

    Todo esto va para recomendarte que, ya seas predicador o predicado, andes con cuidado entre “las verdades” encuentran en las redes… Sé muy crítico; yo te recomendaría que si tienes tiempo para gastar, mejor lo gastaras en un buen libro.   Pero cuando se trate de exponer tu verdad ante los demás, es mejor decir como aquel que dijo: “Solo sé que nada sé… y aún de eso no estoy muy seguro”.  La humildad del sabio es hermosa, la humildad del ignorante es necesaria. No aprendas de los ignorantes, como yo…  te lo digo, porque aprenderás ignorancia. Busca a los sabios, reconoce tu ignorancia y la sabiduría te llegará; la soberbia cierra la puerta a la sabiduría y a la verdad… Lleva siempre de la mano a la Duda, que sea la coladera de la Verdad y la tapadera de la mentira, que hoy en día las traemos muy revueltas y entreveradas… Aprende a distinguir las Verdades importantes de la Vida de las “pequeñas verdades” que sirven para entretener a los ociosos y a los idiotas. La verdadera y única función de la sabiduría es hacer feliz al sabio, porque el libro dice que te vas a morir, y sabios e ignorantes caen por igual en el joyo, La verdad y la sabiduría que no ayuden a hacerte la vida Feliz, sirven pa’nada.  Yo te digo estas cosas por tu bien, que yo lo único que gano con todo esto es nada más ni nada menos que completar la columna de la semana… ya con esta me despido, comiéndome una manzana…, mientras encuentro otro verso, me saludas a tu hermana… salud… y saludos. 

 

Comparte

Next Up

WordPress Appliance - Powered by TurnKey Linux