Fray Bartolomé de las Casas nació en Sevilla, España, en el año 1484. Fue un fraile dominico, cronista, teólogo, obispo de Chiapas (México) y gran defensor de los indios. A la edad de 18 años se trasl
Fray Bartolomé de las Casas nació en Sevilla, España, en el año 1484. Fue un fraile dominico, cronista, teólogo, obispo de Chiapas (México) y gran defensor de los indios. A la edad de 18 años se traslada con su padre, Pedro de las Casas, a La Española, donde obtuvo una encomienda de indios, dedicándose desde el primer momento a la labor pastoral ya que sería ordenado sacerdote en 1510, estando considerado como el primer sacerdote en América. Los postulados dominicos contrarios a la encomienda -debidos a los abusos cometidos contra los indios- no cambiaron la opinión de fray Bartolomé, defendiendo la vigencia de la institución. En la primavera de 1512 se trasladó, junto a Pánfilo de Narváez, a Cuba donde ostentó como capellán de los conquistadores, y recibió una encomienda donde se ocupaba “en mandar sus indios de repartimiento en las minas a sacar oro y hacer sementeras, y aprovechándose de ellos cuanto podía”. Paulatinamente fray Bartolomé fue tomando conciencia contraria a la institución sintiéndose llamado por Dios para predicar la encomienda como injusta e inició una campaña en la defensa de los indios.
Estaba convencido de que debía “procurar el remedio de estas gentes divinamente ordenado”, para lo cual viajó a Madrid y se entrevistó con el Cardenal Cisneros, quien lo nombrara “protector de indios” en 1516. Volvió a América en 1517. En un largo recorrido por tierras americanas, intentó poner en marcha, siempre en contra de la esclavitud de los indios, diversos establecimientos, en su mayoría utopías que no llegaron a buen término. La única de sus propuestas con la que Las Casas obtuvo un éxito inmediato fue la importación de esclavos negros a las Antillas para sustituir a los indios y así poder liberarlos. A partir de 1522 se dedicó al estudio y comenzó a escribir.
Regresó a España en 1540 donde, residiendo en Valladolid, tuvo contacto con el rey Carlos I (Carlos V de Alemania), al que había conocido veinte años antes. Éste, prestando oídos a las demandas de, De las Casas y a las nuevas ideas del Derecho de Gentes difundidas por Francisco de Vitoria, convocó a las que se conocen como Juntas de Valladolid o Comisión de Valladolid. Como consecuencia de lo que se discutió, se promulgaron el 20 de noviembre del mismo 1542 las Leyes Nuevas. En ellas se prohibía la esclavitud de los indios y se ordenaba que todos quedaran libres de los encomenderos y fueran puestos bajo la protección directa de la Corona. Se disponía además que, en lo concerniente a la penetración en tierras hasta entonces no exploradas, debían participar siempre dos religiosos, que vigilarían que los contactos con los indios se llevaran a cabo en forma pacífica. A finales de ese mismo año comenzó a redactar su obra más conocida, Brevísima relación de la destrucción de las Indias, una carta dirigida al monarca entonces reinante, Felipe II. Se le ofreció el arzobispado de Cuzco, importantísimo en aquel momento, pero Las Casas no aceptó, aunque sí accedió al obispado de Chiapas, donde residió por dos años para luego regresar definitivamente a España en 1547.
Renunció a su obispado y continuó con su labor propagandística a favor de los indios hasta su muerte, el 17 de julio de 1566, lo que le valió ser conocido como el Apóstol de los Indios.
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