Honestamente, ¿usted se lo imaginaba -hace cosa de un año- el que un aspirante de color pudiera convertirse en candidato formal de uno de los dos grandes partidos a la presidencia del país más poderos
Honestamente, ¿usted se lo imaginaba -hace cosa de un año- el que un aspirante de color pudiera convertirse en candidato formal de uno de los dos grandes partidos a la presidencia del país más poderoso del mundo?… Yo no, la verdad, se lo confieso. Pensé que Hillary, con todo el colmillo y apoyo político de Bill; además contando con su fortuna personal, iba a tenerla “ganada” como se dice vulgarmente. Pero “ganado son vacas” decía mi abuelita y aquí tiene usted a Obama haciendo historia.
El Senador por Illinois, tuvo los tamaños suficientes para que sus orígenes y el color de su piel no jugaran en su contra. Pero también se las ingenió para sortear otras amenazas que fueron apareciendo a lo largo de la campaña. Empezando por su nombre, por ejemplo. Barack Hussein Obama. Barack, suena como Irak. Hussein, pues ya se acordará usted del fallecido dictador de ese país árabe. Y Obama, invariablemente nos recuerda al terrorista más buscado en el mundo. A final de cuentas, la madurez de los votantes demócratas fue superior -además de la cuestión racial-, a esa inevitable asociación de ideas con sus nombres y apellidos.
Otra cosa que llama la atención, es como supo utilizar su plataforma de política internacional en aras de conseguir la nominación. Mucha gente en este país ya está harta de que Estados Unidos sea el “policía del mundo” y al mismo tiempo el más odiado de los enemigos y hasta de aquellos a los que supuestamente llega para ayudar o liberar, (como en el caso de varias naciones de religión musulmana). Obama, ha dicho que estaría dispuesto a reunirse con los líderes de esos países hostiles, como Irán, Cuba, Venezuela, Corea del Norte y algunos otros, a fin de buscar nuevas alternativas para dejar atrás añejos problemas. Quizás no sea tan fácil. Ha sido ya casi un siglo de ir acumulando rencores derivados no sólo de la política guerrera de Washington, sino también del estilo de vida estadounidense que no a todos los demás habitantes de este planeta les parece el mejor de los modelos a seguir. De ganar la presidencia, será muy interesante ver si Barack Obama es realmente capaz de iniciar una nueva época en la que Estados Unidos siga siendo “La Potencia”, pero con una mayor responsabilidad social y una actitud de cooperación, más que de imposición. El camino es aún muy largo y McCain, a pesar de su edad, no es perita en dulce. Así pues antes de soñar en una nueva era y una nueva imagen mundial, vamos a ver que pasa en esta carrera histórica, de la cual estamos siendo afortunados testigos…. Digan lo que digan.
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