Entre tantas incoherencias que se encuentran en la vida, está la de un juez belga, digamos algo despistado, ya que condenó a ocho meses de prisión a un muerto… EN SERIO!

Entre tantas incoherencias que se encuentran en la vida, está la de un juez belga, digamos algo despistado, ya que condenó a ocho meses de prisión a un muerto… EN SERIO!

De seguro que la captura del hombre fue una tarea sencilliiiita, ¿verdad? Joey Van den Broeck, de veintiún años de edad, había sido acusado de atacar a su novia y resistirse al arresto. Por lo que se giró una orden para presentarse a declarar, cosa que él no acató.

Pero meses después, murió en un hospital de la localidad de Antwerp, Belgica, luego de un choque automovilístico.

No obstante, el caso de violencia continuó y además sumándosele cargos por desacato al no presentarse a declarar, por lo que el juez, en presunción de culpabilidad dictó una orden de prisión por ocho meses… Pero Joey ya había muerto!!!

Ni modo el que va sufrir las consecuencias es el quien será su compañero de celda, ¿se imaginan qué peste?

Audaz anciano robó un banco… pero iba en silla de ruedas!

Más ágil que una tortuga y con ayuda de su inseparable silla de ruedas, un hombre de unos 70 años, logró lo increíble: ingresó al Wachovia Bank de Palo Alto, CA exigió dinero a punta de revólver y huyó, sin ser atrapado… EN SERIO!

A pesar de que el hombre amenazó al cajero, tomó el dinero y se retiró obviamente a bajísima velocidad el sistema de seguridad del banco no logró registrar satisfactoriamente la identidad del anciano. Según explicaron fuentes policiales el hombre se puso una capucha durante su estancia en la institución financiera.

La policía de California ha hecho circular un dibujo aproximado del aspecto del hombre “esperando que alguien lo reconozca”, según explicó Dan Ryan del Departamento de Policía de Palo Alto. Dicho de otro modo: si Ud., llega a ver a algún anciano de barba blanca en una silla eléctrica en California
-probablemente encapuchado- y con muchísimo dinero para gastar dele una mano a los amigos uniformados de la zona que no tuvieron una buena semana.