EL CORONEL NO TIENE QUIEN LE ESCRIBA

El coronel no tiene quien le escriba. Ese es el título de una novela de Gabriel García Márquez. Es la historia de un viejo militar que espera una carta de sus superiores donde se le reconozca su servicio a la nación y le empiecen a mandar su pensión… Cada viernes va a la oficina de correos del pueblo a ver si llegó la esperada carta, pero pasa un año, otro, y muchos años y la carta nunca llega… Por la sencilla razón de que el coronel no tenía quien le escribiera.

El título evoca un montón de situaciones y sentimientos y me hace pensar que muchos, muchísimos en el mundo están, o estamos, en la misma situación del viejo coronel del cuento, esperando algo que muy probablemente nunca vendrá, pero aunque sean pocas las posibilidades de que lo deseado y esperado llegue, venga, suceda o acontezca, seguimos fieles pegados, acodados a la ventana de la esperanza, mientras, ante nosotros, van pasando los años y la vida… pero sin que pase, sin que llegue eso que esperamos.

A veces no esperamos un reconocimiento ni una pensión de por vida. A veces son vagas las esperanzas. Simplemente deseamos que ‘algo’ pase, que algo cambie la situación que vivimos, que pase algo que nos saque del aburrimiento de nuestras vidas, pero algo grande…. Que lleguen extraterrestres, que salga el sol por otro lado, que llueva dinero… Eso sí, porque casi siempre nuestras esperanzas son económicas, tenemos mucha fe y esperanza en el dinero. Muchos esperamos ganarnos la lotería. Si no has visto, fíjate a las afueras del 7-11 o de algunas tiendas, y verás gente, casi siempre mayor de edad, rascándole a los papelitos de la lotería donde esperan encontrar la fortuna de sus esperanzas… “Aunque no sean millones, -me dijo un compa- yo con unos miles me conformo nomás para no vivir tan apenas”.

Como le dije a él te digo a ti,  Si vas a esperar espera mucho, espera con ganas, no te conformes ni andes escatimando esperanzas, no seas tacaño. El esfuerzo es el mismo de esperar mucho o esperar poco, así que de una vez espera millones. 

Otros muchos no esperarán dinero ni riquezas; son muchísimos los que esperan recuperar la salud, ya sea propia o de algún ser querido…

“La esperanza se pierde al último… cuando ya no hay esperanzas. Pero mientras haya esperanzas…. hay que esperar”.

Y ahí es donde está la tarugada, que la esperanza sola no sirve. Para que una esperanza sirva hay que…… bueno, la esperanza es como la fe, dicen que la fe sin obras es fe muerta, no sirve. Una fe sin obras a los tres días apesta… Te lo aclaro, si dices que crees algo, pero no actúas conforme a eso que crees, pos claro está que no lo crees… Por lo menos no firmemente… Sea que no lo entendiste o no lo crees creíble. Fe a ciegas es de ciegos… La fe tiene que estar bien plantada, bien cimentada para que se sostenga.  

Pues lo mismo pasa con la esperanza. Una esperanza sin fundamento…, pues no da esperanzas… es una esperanza… ni muerta, ni moribunda, es una esperanza en coma.

Si esperas sacarte la lotería es porque lo crees posible, porque, conoces a alguien que se la ha sacado, porque es algo que pasa con regularidad, y tú calificas para sacártela, porque pagas tu entrada… crees, esperas….. 

A veces no nos queremos desengañar, no queremos darnos por enterados de que no hay esperanzas, de que nunca las hubo… Porque preferimos aferrarnos al salvavidas de la esperanza. Y allí estamos en la ventana de la vida sin hacer nada más que esperar..

¿De veras crees lo que dices creer? ¿De veras esperas lo que dices esperar?  ¡De veras! Yo creo que el origen de los problemas de esta humanidad violenta, mentirosa, injusta, mensa y atarantada, para no hablar mal de ella, es que ni creemos de veras, ni esperamos de veras… Estamos allí nomás como idiotas en la ventana esperando que algo bueno pase…. ¡Y no pasa nada! Atarantado, ¡Tú tienes que hacer que las cosas sucedan! Ni el reconocimiento, ni la pensión, ni el dinero, ni la salud… te van a llegar si no los buscas…. Esperar es bueno, pero esperando y trabajando… y Adiós  ….porque ya me voy.., Salud y saludos…

El pilón.- Esos que esperan un mundo mejor, ahí llévensela, como pen… sonsos, esperando, nomás esperando. Si de veras quieren un mundo mejor, ¡pónganse a trabajar para lograrlo, bola de ……!