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El dinero y sus hijos… ¿Cómo enseñarles a administrarlo?

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Mientras que algunos padres opinan que dar dinero a sus hijos es una forma de que aprendan a administrarlo, otros creen que es una forma de malacostumbrarlos. ¿Qué hacer entonces…?

   Conforme crecen, los hijos se vuelven más exigentes, quieren que se les compre ropa, zapatos y otros artículos personales de marca. Lo peor de todo es que no paran de pedir y no conformes con eso, en ocasiones hasta exigen tal o cual cosa. Estos son síntomas claros de que existe un problema en la educación de éstos, y en los límites que como padre se les impone, sin embargo, con quejarse de que los jóvenes quieren de todo y de calidad, no se resuelve el problema sino que los padres deben darse a la tarea de resolverlo y cuanto antes, mejor.
 
  He aquí algunas sugerencias de cómo “sobrellevar” a sus hijos y el dinero….
 
       DINERO Vs. HIJOS
   En relación a la educación de los hijos y el dinero hay un debate entre quienes prefieren dar una cantidad periódica a sus hijos, para que aprendan a administrarse, y otros que defienden que dársela tiene más inconvenientes que ventajas. Estos últimos prefieren crear un clima de confianza que permita que sus hijos les pidan dinero cuando crean necesitarlo. 
 
 Sin embargo, expertos en la materia opinan que darles una mesada, adecuada a su madurez es lo más conveniente, pero claro, teniendo en cuenta el monto de dinero y su periodicidad y sin dejar a un lado la supervisión de los padres, para que la administración del dinero se convierta en un buen instrumento para la educación económica. 
 
  Pero, ¿basta con darles dinero en efectivo para asegurar su educación? Evidentemente no. La cuestión es más compleja y es necesario prestar atención a algunos detalles que tendrán que ver con lo que usted quiere enseñarles respecto al dinero, como por ejemplo: de cuánto dispondrán, con qué periodicidad lo recibirán, qué gastos correrán por cuenta de ellos, etc. 
 
       La edad escolar y el dinero
  Entre los 7 y 12 años, la mayoría de los chicos tienen ya una visión menos egocéntrica del mundo y son capaces de entender algunos razonamientos. Por tal motivo, intente a que aprendan a relacionar algunas consecuencias con sus causas. 
 
  En concreto, que aprenda a que: 
–Si cuidan las cosas que usan, evitarán gastos innecesarios y así podrán invertir ese dinero en otras necesidades o gustos.
–El dinero se obtiene a cambio de trabajo.
  Es importante que les demos una cantidad de dinero razonable y que, con nuestro asesoramiento, sea él quien decida cuál de los posibles productos comprará, o también animarles a dar una parte de su dinero a causas solidarias. Pero hay que desarrollar otras costumbres nuevas y profundizar en su sentido. 
 
 Las siguientes consideraciones y las acciones correspondientes pueden ser una buena guía:
 
  Hacia los 7 u 8 años conviene explicarle que a partir de este momento, como ya es bastante mayor, ha de colaborar en algunos trabajos de casa igual que hacen sus padres y hermanos mayores. Explíquele que a partir de ahora, él o ella se encargarán de ciertas tareas en el hogar y que como reconocimiento a su labor habrá cierta cantidad de dinero. Pero ojo, que la paga no se convierta en un derecho incondicional y obligatorio ya que después puede negarse a
hacer algo, si no se le paga.
 
  Es importante también, qué cantidad sea acordada y en ningún caso, se debe dar a los hijos más dinero del estipulado. Si quiere comprarse algún capricho o golosina y no tiene dinero, dígale que debe esperar y ahorrar.
 
  Puede haber primas económicas por hechos sobresalientes relacionados con hábitos que queremos desarrollar (haber hecho su trabajo sin que se le pida, haber mejorado las notas sin que se le exija, etc…). En todo caso han de ser pequeñas cantidades y otorgadas por hechos indiscutibles.
 
        El dinero y los adolescentes
  A partir de los 12 y 13 años con la progresiva aparición de madurez y capacidad, podemos enseñarles a administrar, a ser previsores y a valorar sus derechos, obligaciones y privilegios. Es entonces que ellos deberán aprender que:
 –Todos tenemos derecho a disponer de dinero a cambio de trabajo, pero no a tener dinero a cambio de nada.
 
  También deben aprender que puede haber ingresos extras por trabajos extras, por ejemplo: ayudar a pintar las puertas o la pared de una habitación, ayudar en la tienda de su padre algún día de mucho trabajo, etc. En vacaciones u horas libres, pueden hacer algunos trabajos.
 –Hay que administrar el dinero de forma que permita hacer frente a la mayoría de los gastos personales.  
 
  Además de ofrecerle ejemplo, pedirle su opinión a la hora de realizar algunos gastos familiares significativos y valorar con él/ella las relaciones calidad-precio-posibilidades.
 
  Para finalizar, recuerde la importancia de ayudar a los hijos de cualquier edad a vivir la solidaridad y generosidad con su dinero y de enseñarles la importancia que éste tiene, ¡para el bienestar de toda la familia! 
 
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