Pulpito tenía espíritu de aventurero y siempre estaba haciendo excursiones por el fondo del mar. Le encantaba descubrir cosas nuevas. Los paisajes marinos, en especial, le volvían loco.
Pulpito tenía espíritu de aventurero y siempre estaba haciendo excursiones por el fondo del mar. Le encantaba descubrir cosas nuevas. Los paisajes marinos, en especial, le volvían loco.
Pero Pulpito se cansó de andar por el mar y se dispuso a comenzar la exploración de Tierra Firme. Provisto de una buena mochila, nadó hacia la playa y, poco a poco, salió del agua.
Al principio notó que no podía respirar bien. Pero se acostumbró, sin embargo, el sol calentaba mucho y él avanzaba con gran lentitud. Su camino estaba lleno de dificultades.
Horas después, se sintió desfallecer de hambre y cansancio. -¡Uf!, Tengo que encontrar algo que comer para poder reponer fuerzas. Si no, estoy perdido- se dijo a sí mismo.
Tras mucho buscar por los alrededores, lo único que encontró, unas hierbas ásperas y muy malas. Se las comió con gran disgusto y continuó su exploración. ¡Tenía una voluntad de hierro!
Su cansancio y hambre no hacían sino aumentar. Cuando quiso darse cuenta, cayó a tierra. Había perdido el sentido.
Despertó al notar el frescor del agua salada. ¿Cómo había vuelto al mar? Pulpo comprendió que alguien le había devuelto a su medio natural. Estaba muy cerca de su casa y algo quedaba claro para él. Un pulpo debe vivir en el mar y nadie puede pretender salirse de su estado natural y del estilo de vida para el cual ha sido creado.
Moraleja: Vive feliz en el ambiente que estás no pretendas luchar contra tu naturaleza ya que peligro con ello encontrarás!!
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