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Ellos…: se deslumbran ante las Voluptuosas pero prefieren a las “normalitas”

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  Existe un dicho popular muy sabio que afirma que “la suerte de la fea la bonita la desea”, y normalmente se puede observar en diferentes sitios, como supermercados o almacenes, parejas conformadas por un hombre atractivo y una mujer no tanto. En ese momento surge un pensamiento común “¿qué hace ese hombre tan guapo con esa mujer tan fea?”. Existen varias respuestas para esa interrogante y también existen diferentes etapas en la vida del hombre que le hacen modificar sus preferencias de acuerdo a su conveniencia. 
 
  Inicialmente en la adolescencia el hombre busca la mujer más bonita, la de mejores curvas, la mejor vestida y arreglada para salir y poder presentársela a sus amigos. Esto le brinda seguridad al hombre, a esa edad la aprobación de su grupo de amigos es muy importante, y, saliendo con una mujer muy bonita seguro la consigue. 
 
  Pero ¿qué pasa años después, cuando ya los hombres piensan en tener algo más serio? 
 
  Probablemente los hombres sienten algo de inseguridad al estar con una mujer bonita, debido a varios factores, por ejemplo la infidelidad, una mujer bonita es mucho más codiciada, situación que hace que la mujer tenga una autoestima muy alta y el hombre puede sentir la presión de que si no la compensa de alguna forma, ella lo dejará. 
 
  Los cambios en el cuerpo de las mujeres, principalmente en las delgadas, pueden influenciar en la selección de los hombres, por ejemplo: si en la adolescencia la mujer ha tenido un cuerpo muy contorneado, es bastante probable que al llegar a la adultez estas curvas se tornen en anchas caderas, más aún si existen estos antecedentes en las mujeres de su familia, por esta razón los hombres prefieren una mujer cuyas curvas no estén tan definidas. 
 
  Una mujer que se preocupa demasiado por su apariencia física generalmente deja de lado otras cosas importantes en la vida como son la amabilidad y el respeto con las personas que la rodean. 
 
  Cuando una mujer de apariencia bonita sale de compras, es muy probable que adquiera artículos que reafirmen su belleza, estos productos pueden ser muy costosos, situación que resulta difícil en el momento de manejar la economía del hogar. En cambio una mujer de aspecto, digamos “normal”, por lo general piensa primero en suplir las necesidades básicas de la familia. 
 
  Claro está que toda regla tiene su excepción, y existen mujeres que además de tener un aspecto físico agradable, también tienen una serie de valores que las hacen íntegras, y por el contrario, también existen hombres muy atractivos que no tienen una perspectiva definida en la vida y sólo buscan pasar el rato. 
 
  Además, todas las mujeres tienen una belleza característica, como dice el dicho: “no hay mujer fea… sino mal arreglada”
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