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Está entre la espada y la pared

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 Salir avante de problemas no es sencillo, en especial cuando no se cuenta con ayuda. Por eso creamos “Doctora Consejos”, una sección que espera ser una guía para quienes no encuentran la salida. El caso de hoy es:

Por: Sylvia Carlock

Querida Doctora Consejos:
 Estoy un poco desesperada y necesito que me oriente.
 Durante años he sido mamá soltera, ya que el papá de mi niña me dejó hace mucho.
 Hace como año y medio conocí a una persona que era buena persona conmigo. Siempre andábamos juntos íbamos a la iglesia,  al parque, pasábamos la mayor parte del tiempo  juntos. Era muy bonito.

 Yo vivo con mi familia, pero no me siento querida. He tenido problemas con ellos,  me aguanto porque mi niña vive contenta aquí.
 Hace aproximadamente dos meses, mi novio se tomó unas cervezas y lo paró la policía. Le quitaron el carro y le dieron un mes para ir a corte, cuando asistió a su cita, un juez le dio orden de deportación.

 Ahora se encuentra en México y yo no sé qué hacer. Me quisiera ir para allá con él, pero mi hija llora y se pone triste, no se quiere ir conmigo.

 Mi hija tiene 13 años de edad. Mi familia con la que vivo le renta un cuarto a una pareja y el hombre varias veces me ha despertado con malas intenciones. Creo que a eso le nombran acoso sexual, me siento muy sola en este país.
 Dígame qué puedo hacer, deme un consejo por favor. Creo que en esta vida todos merecemos una segunda oportunidad, ¿no cree?

— La Triste

Querida Triste:
  Entiendo que ha sido muy dolorosa la separación de esta persona con quien encontraste felicidad. Es comprensible también que desees estar con él y no perderlo.

  Pero tu primer compromiso es con tu hija, apenas tiene 13 años, no puedes dejarla sola.
  Dices que hay un hombre en el lugar donde vives que te acosa. ¿Qué crees que ese hombre o cualquier otro podría hacer con tu hija al verla sola? Créemelo que si te fueras sin ella, no serías feliz.

  La culpa de haberla abandonado te estaría empañando la felicidad.
 Dale a esa niña por lo menos 5 años más de tu vida. Ayúdala a cruzar los años de la adolescencia y asegúrate que concluya sus estudios y encamínala hacia la universidad.

 Una vez que ella haya tomado su propio rumbo, tú estarás en libertad de dejarla para hacer tu vida, porque entonces ella ya no te necesitará.

  En estos momentos, como dicen en mi tierra: “o todos coludos, o todos rabones”.
  O se van las dos, o se quedan las dos, no hay otra alternativa. Le pido a Dios que te ilumine para que tomes una decisión sabia.

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