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Grandeza o Popularidad… ¿qué es mas importante?

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Por un tal Luis Ruiz

Quíiiubooo, quiuubo, quiubo!, cómo están mis tuerkitas y tornillitos, ¿de pelos tiesos?… Espero que siií!
 Antes de empezar este rollo, quiero agradecer a los ‘leitores’ que ganaron el concurso y que nos acompañaron a la fiesta del 25 Aniversario de El Aviso… Gracias!, de verdaá, verdá’ Gracias!… (y a los que se tomaron la foto, les informo  que a partir de este lunes, ya están en la oficina de Huntington Park, por si quieren pasar a recogerlas, o las pueden ver en facebook.com/elavisomagazine 

 Y ‘ora sí, empezamos el ‘chou’:
  Como hace tiempo que no les hecho uno, pos aquí les va el de esta semana… sí!, sí, claro que me refiero a mis sangrones chistoretes. El de hoy se llama “La importancia de venir de buena familia”, espero que les guste…

  Resulta que en un pueblo muy pequeño, murió el  intelectual de lugar, que, claro!, era muy famoso.
  Después de un tiempo el grupo de amigas de la viuda insistió en que ella debía casarse de nuevo.
 Dado lo pequeño del pueblo, el único candidato era el plomero. Pero ella estaba renuente, porque: “¿cómo con un plomero?, si estaba acostumbrada a vivir con un estudioso”, pero al fin la viuda aceptó.

Se celebró el matrimonio un viernes y esa noche, el nuevo marido le dijo: Mi madre siempre dijo que al comienzo es un precepto hacer sexo para empezar un buen matrimonio”… Y lo hicieron!

 La tarde del sábado, tras un buen día de trabajo, él dijo: “Según mi padre, es un precepto hacer sexo antes de cenar”… Y lo hicieron de nuevo!
  Una vez en la cama para dormir, él le volvió a la carga: “Mi abuelo decía que es indispensable hacer sexo la noche del sábado”… Y lo hicieron otra vez!
 Al despertar en la mañana del domingo él le dijo: “Mi tía dice que nadie puede ir a misa sin antes tener buen sexo”…. Y lo hicieron una vez más!!!
 Ese domingo la ex viuda fue al mercado y se encontró con una de sus amigas y ésta le preguntó:
  ¿Y qué tal tú nuevo marido?

  A lo que la recién casada respondió: “Pues mira, intelectual, intelectual, realmente no es, pero… ¡aah!, viene de una familia  m a r a v i l l o s a !
 je, je, je,,,, queé bonita familia, que bonita familia!

  Pero hablemos de algo más serio… Tal vez recuerden que hace unas tres semanas, les comente que me iba a la convención nacional de publicaciones hispanas (me gane un premiecillo, pero no los quiero aburrir con eso), así que mejor les voy a contar lo que aprendí y jue mucho, créanme… por ejemplo: Aprendí cómo bañarse, cambiarse y,,, peinarse!, en 10 minutos pa’ no llegar tarde al desayuno (je, je); aprendí también cómo entrar sin hacer ruido a una sala cuando ya empezó la conferencia; Aprendí como hacerle al güey, dizque tomando nota, pa’que crean que uno está atento; aprendí cómo bostezar discretamente y sin que se note, (je, je,); y también aprendí cómo robarse todas las mentitas de la mesa sin que te vean (ji, ji, fue divertido)…. pero tal vez lo más importante que aprendí, es cómo alguien puede ser grande, puede ser importante, puede ser un __ingón (o __ingona), pero seguir siendo amable, sencillo, tratable, es más, yo diría que hasta humilde… en cambio otros, que son poca cosa, se creen bajados del cielo, se sienten cual si fueran la última coca cola en el desierto, nooo y pue’que  ellos piensan, que ni los dos-pe les huelen.

  Pero pa’que me lo agarren bien, el tema, claro!, ahora les platico por qué digo esto:
 Resulta que el segundo día de la convención, ya a la hora de la cena, la principal invitada era la señora Dolores Huerta, una mujer morena, menudita y tal vez sin títulos universitarios ni invitaciones a concursos de belleza o de canto, pero ella que a través de los años ha luchado incansablemente por los derechos laborales de los trabajadores, principalmente lo que laboran en el campo, pero no solo ellos, sino que de hecho, quienes pertenecen a algún sindicato -aquí se les llama unión-, mucho le deben a ella y al Sr. C. Chávez de las prestaciones y mejoras salariales que hoy gozan.

  Cuando esa mujer, -(cuyo rostro hoy refleja las secuelas de aquellas larguísimas marchas, de asoleados mítines, de huelgas de hambre junto a Cesar Chávez, para ‘‘conseguir algo’ en favor de los trabajadores)-, terminó su discurso, nos pusimos de pie y por minutos le aplaudimos… Muchos nos acercamos a saludarla, a tomarnos la foto del recuerdo con esa luchadora en pro de la comunidad, bajita de estatura pero grande, es más, diría que inmensa como persona, y a todos estrechó la mano, y platicó y sonriente posó con quien se lo solicitó.

  Nosotros le pedimos que por favor se tomara una foto con la revista donde ella está en la portada, ella dijo: “Es un honor para mí… Y muchas gracias. ¿Me la regalan de recuerdo?”…

 ah!, esa noche quedé impactado.
  Al día siguiente, también a la hora de la cena, llegó la otra invitada especial… ah!, una reina, una diva, una artista de gran belleza (aunque pa’mi gusto medio flacucha) pero la cosa es que nos hizo el favor de estar ahí unos cinco o diez minutos, dijo unas cuantas palabras, se bajó del podio y moviendo su manita con gracia, Ana Bárbara dijo adiós… ¿Y el saludo a los presentes? ¿Y la foto del recuerdo? Uuy!, eso  ni pensarlo!, y no es por nada, pero me cai que nos vio como Dios a los conejos: chiquitos y orejones!

 Cuando se fue, no pude evitar pensar: “¿y esta _inche vieja, qué se cree? ¿qué ha hecho, ya no por la comunidad, sino por su público?, que yo sepa nada, a no ser andar en medios de chismes de farándula, o de su familia y manteniendo k_ones!

 Esa noche, en mi cuarto me puse a reflexionar, y me propuse platicarles esto, y no tanto para quemar a la artista, pos total, ella su vida y yo la mía; sino más bien, pa’recordarles a ustedes, que si tienen algo de qué presumir, de qué enorgullecerse, si han hecho algo por alguien, que si tienen algo de lana, o si se la sacan, -la lotería, claro-, es decir, si son muy __ingones en algo, nunca pierdan el piso, no se sientan más que otros, no se eleven demasiado, porque mientras más arriba se sientan, cuando caigan -y tarde que temprano van a caer-, más duro se van a dar el maaa_derazo y más les va a doler….

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