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JUNTA O UNIDA… ¿QUÉ TIPO DE FAMILIA DESEAS PARA TUS HIJOS?

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Para prosperar en este país, muchos padres de familia se ven obligados a trabajar ambos. ¡Esto son el tiempo genera mejor economía, pero también suele causar desunión y desamor!

Los hijos son la inspiración principal de todo padre para salir adelante; para levantarse día a día e ir a trabajar, para proveerles a ellos lo que necesitan (ropa, sustento, educación e incluso caprichos). Pero también lo hacemos por la esposa, el esposo, los padres, los abuelos, en fin, por la familia entera, sobre todo si es una “familia unida”, algo raro de encontrar en estos tiempos.

Y es que según un estudio realizado en la ciudad de México, las personas que participaron en él, coincidieron en señalar que para ellos el valor principal que justifica cualquier sacrificio es tener una ‘familia unida’ donde reine el amor.

Sin embargo, el mismo estudio también concluye que la mayoría de las personas vive en un modelo de ‘familia junta’ que no es lo mismo que ‘‘unida’’ ya que las relaciones familiares en ambos casos no son lo mismo.

En la ‘familia junta’, los miembros de la familia permanecen dentro esa relación por conveniencia y/o necesidad, es decir, por intereses personales y a veces por no tener otra opción.

A diferencia del caso de una ‘‘familia unida’’, en cuyo caso lo que priva es el amor a la familia, es la convivencia, es el deseo de mejorar, de ver prosperar a los familiares y en donde odios, envidias u otros sentimientos negativos no tienen cabida.

Por supuesto, en ambos casos, ese tipo de relación se empieza a formar desde que los hijos son pequeños y ven cómo sus padres ‘a veces’ aunque comen en la misma mesa, pero ‘‘no conviven o hablan con ellos’’. No juegan o se comunican con sus hijos, etc. Así es como inicia una ‘‘familia junta’’

A diferencia de una ‘familia unida’ en donde los padres, aunque tengan poco tiempo disponible, pero aun así, conviven entre ellos y con sus hijos, se divierten, platican sus cosas y problemas, hay amor y confianza entre los miembros de la familia… Y eso a pesar de que muchas veces por necesidad económica ambos padres ‘deben’ trabajar, pero buscan la manera y los momentos de estar y convivir con su familia. 

La sociología tradicional nos dice que hay dos  tipos de funciones de la familia. Por una parte, sus funciones institucionales: la función biológica (transmitir y acoger la vida humana), la económica (proveer los bienes materiales necesarios), la protectora (ofrecer seguridad), la cultural (transmitir los valores y tradiciones), y la función de integración (introducir al individuo en la sociedad).

Por otra parte, están las funciones personales de la familia, que consisten en dotar de afectividad a la relación entre marido y mujer (función conyugal), entre padres e hijos (función parental), y entre los hermanos (función fraternal). El buen cumplimiento de estas funciones personales se pueden catalogar como una familia unida, y todos vemos que es el mayor ideal de felicidad que se puede tener en esta vida.

Por desgracia solemos dar demasiada importancia a otras funciones en perjuicio de las personales, y encontramos fenómenos como el del padre ausente -cuya única función es proporcionar sustento económico a la familia-, o el de la madre excesivamente rígida y poco afectiva, que producen desequilibrios en las relaciones personales.

En conclusión se pudiera decir entonces, que no es tan malo tener una familia junta, al fin y al cabo siempre resulta mejor que una familia rota.

Sin embargo este conformismo significa dar el primer paso hacia la “familia rota”, porque se deja de poner el esfuerzo constante y el amor que requiere la familia unida.

Sí!, una familia para estar unida requiere un esfuerzo constante y una atención constante por cultivar las funciones personales de la relación familiar.

Quizás el problema está en que ponemos primero el dinero y luego el amor. Pero el amor es como los idiomas, que si no lo cultivas cada día, se olvida.

Y si bien el dinero es indispensable, no puede por ningún motivo reemplazar a la familia. Pues de ser así, irremediablemente terminará junta, pero no unida; Así que le pregunto: ¿qué tipo de familia desea para sus hijos?… ¿Junta o Unida?… la decisión es suya!

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