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La Columna del Lic. Vidriera 17-2013

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 Dos celebraciones hay en esta semana, celebraciones hay todos los días pero estas dos me llamaron la atención: el 22 es día de la Tierra y el 23 es día del libro. Cosa buena que hayan puesto el Día de la Tierra y el Día del Libro juntos y no que hayan puesto junto a la tierra el día de la escoba, porque mucha gente piensa que el día de la tierra es el día de barrer, de limpiar las playas, los parques… ¿Y qué van a hacer con la basura que junten, la van a mandar a otro planeta para limpiar la tierra?

En realidad nomás la cambian de lugar… y no se trata de eso el Día de la Tierra, se trata de reflexionar, de ver los errores que estamos cometiendo en cuando al uso y trato que le damos a la Madre Naturaleza y enmendarnos; No se trata de juntar la basura, se trata de producir menos basura, de desperdiciar menos recursos, dejar de contaminar, dejar de ser los humanos la peor plaga que ha caído sobre este planeta. De eso se trata el día de la tierra, aunque,  de mí te acuerdas que pronto van a hacerlo un día comercial, ya han de estar pensando “¿qué será bueno regalar el día de la tierra?” porque un día de algo sin regalo es día de nada…

Yo creo que así lo planearon porque ya en el segundo verso del himno del día de la tierra dicen: “Simple gifts of nature that all join into a paradise”… ya con que no degenere el Día de la Tierra en un día más de regalos ya es ganancia, porque los regalos hoy en día se componen más de basura que de otra cosa.

   El Día del libro también me simpatiza porque los libros y yo llevamos buena amistad. En mis años mozos, de los que sólo quedaron recuerdos tristes por ser tan lejanos, me dediqué a la lectura con una voracidad, como si mi vida dependiera de leer. Leía y leía, muchas veces sin entender, sólo con la esperanza de que el cerebro ordenara lo que le mandaba por los ojos.  Hoy, no sé a ciencia cierta, si ya terminaría mi cerebro de procesar todas aquellas lecturas o las habrá descartado. Muchos de mis amigos que conocieron mi vicio de leer, me halagan comentando que tengo talento, pero mi hermano mayor, siempre que oye esos comentarios me recuerda: “talento que no deja dinero, es un talento bien pendejo, carnal”… Ya viejo, me estoy convenciendo de que tiene más razón mi hermano y poco a poco he tenido que ir dejando el vicio de leer y me he ido retirando de ciertas “amistades”, para procurar ese fruto que dice mi hermano que debe resultar del talento, en otras palabras: ¡tengo que dejar de leer y  trabajar!

  En mis lecturas encontré muchos amigos, buenos amigos de los que no quiero empezar a dar nombres porque no terminaría y muy probablemente olvidaría muchos y de algunos ya no recuerdo ni como se escribe su nombre si es Dostolleusqui o Dostoievski, Tomás Man o Thomas Mann,  por ejemplo,  pero hubo tres que me ayudaron de manera especial y animaron a seguir adelante leyendo más y más, ellos fueron Miguel, Nikos y Alejandro, uno escribió El Quijote, otro Alexis Zorba y el otro Pabellón de cancerosos… tres  de los pocos libros que recuerdo haber leído una y otra vez, siempre encontrando algo nuevo…

  De viejo se va quedando uno con menos amigos, hay conocidos, pero nada como los viejos amigos de la juventud.  El Quijote y yo nos seguimos tratando con frecuencia, porque en él encuentro más verdades, y más asequibles, que en los libros de la verdad, menos malos ejemplos que en los libros de buenos ejemplos.

   De todos los vicios reniego, menos del vicio de leer, ya dejé atrás el querer parecer intelectual, fumando pipa y usando una gorra a la francé, que dejé de usar cuando me empezaron a decir Venancio el gallego.

   Lo único que saqué de intelectual fue lo malo para los negocios, que fue la causa de que cuando pude no me preocupé y ahora que me preocupo ya no puedo, lo que trajo como resultado que hoy, entre las cosas que quiero comprar y yo, la distancia entre los dos es cada día más grande. Sea porque todo está cada vez más caro o yo estoy cada vez más pobre.

   Culpar a los libros de desatinos y errores sería lo más fácil, sin embargo, en mi caso no fue por leer que me encuentro donde me encuentro, sino por no haber leído bien, por haber leído de prisa, como dije. Pero sigo recomendando la lectura, porque la lectura es una arma poderosa contra la ignorancia. Si yo no alcancé a salir de ignorante fue porque mi ignorancia era mucha, pero otros lo lograrán y entre menos ignorantes haya en el mundo, mejor será la vida para todos… Incluso para esos que creen lo contrario. Celebremos el día del libro… leyendo un buen libro…   Venga a las oficinas del Aviso y compre “Voy con mi  hacha”   (¿que no dijeron “un buen libro”?)
   
  Salud y saludos… y hasta la próxima   licvidriera@aol.com
  Me buscan en la feria del condado de Orange en Santa Ana, el 5 de Mayo en el stand del Aviso. Del mediodía a las 2pm.

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