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La Columna del Lic. Vidriera 43-2013

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 Milagro hubiera sido que no me reclamaran el haber dicho que los milagreros usan mangas anchas y largas y que allí es donde guardan y de donde  sacan los milagros, y que pocas personas pueden hacer milagros si no usan mangas anchas…. pero yalo dije y los sostengo. Aunque también hay que reconocer que  algunas personas sin mucha manga hacen milagros, hay mujeres que dan a luz a los tres meses de casadas a niños grandes sanos y eso tiene que ser un milagro… como  también hay algunos hombres estériles e impotentes que embarazan a sus mujeres… ¿cómo podría ser eso de no ser un milagro?   Pero la semana pasada te prometí un cuento y deja te digo por qué viene a cuento este cuento…….Te decía que yo creo que con todos nuestros inventos en realidad lo que buscamos es llegar a un día en que descubramos la forma de vivir para siempre y de resucitar a nuestros muertos y hacerlos inmortales y felices por los siglos de los siglos amén como terminan los rezos o vivir felices por años sin fin como terminan los cuentos… Pero conociendo cómo somos los humanos, puede ser que a algunos nos pase lo del cuento que viene enseguida y a esos no les va a funcionar el invento….

    Sucedió que una vez, una anciana de una muy vieja tribu indígena le regaló a un fulano su bastón, en agradecimiento por haberle salvado la vida… No me pidas detalles del cómo y cuándo del cuento, porque no vienen a cuento ahora, lo importante e interesante es que el bastón que le dio la anciana contenía un elixir mágico del que bastaba una sola gota para resucitar un muerto.

  El fulano al principio dijo, como tú estarás diciendo: “es puro cuento”, … pero por sí o por no, ensayó con animales muertos y todos resucitaron, desde una rata hasta una vaca…. No, no sé si ensayó con aquello y si lo resucitó o no… ¡Ah, cómo eres mal pensado! Ya no interrumpas. De una vez te digo que tampoco esperes que ponga aquí la fórmula del elixir mágico, porque la anciana nunca reveló el secreto, pero la verdad es que sí funcionaba.

  Lo primero que pensó el tipo fue que con ese elixir se haría inmensamente rico. Sí, señor. Todos iban a solicitar sus servicios para resucitar a sus muertos…

  En cuanto supo del primer muerto en el pueblo, fue con la viuda y le ofreció sus servicios. Por módicos 10,000 dólares le resucitaba al difunto esposo, no quiso ser muy avorazado, 10,000 era un buen precio, y además garantizaba su servicio: no resurrección, no paga. La viuda lo pensó y lo pensó y al final le dijo que su esposo había estado muchos años enfermo y que había tenido una larga y penosa agonía, que por fin estaba descansando, (El fulano nunca supo, ni preguntó, a quien se refería con eso de que estaba descansando, si ella o él difunto) que mejor lo dejaran en paz, que ya ella tenía otro compromisillo por allí… que para que no perdiera en el negocio le daba los 10,000 porque no lo resucitara… pero con la condición de que no hablara con los hijos. Se hizo el trato. No quedó muy contento  el resucitador, porque quería demostrar los poderes de su agüita, pero ni modo, algo ganó, habría que esperar. 

   No duró mucho la espera, porque todos los días se muere gente, lo cual es más notorio cuando uno se hace viejo, casi todos los días oye de algún conocido que se muere. Yo recuerdo que cuando era niño casi no se morían conocidos…. Bueno, pues fue el caso de que a los pocos días hubo otro muerto cerca, y esta vez el resucitador no fue con la viuda, sino con los hijos y les ofreció resucitar a su papá.

   Los hijos lo pensaron, lo discutieron, lo volvieron a pensar y le ofrecieron pagar sus servicios porque no lo resucitara. Le dijeron que su padre ya había trabajado mucho; que no era hombre que gozara la vida; que les había costado mucho trabajo llegar a un acuerdo para repartirse la herencia; que lo dejaran descansar en paz… que le pagaban lo mismo porque no lo resucitara.

    Y de esa manera poco a poco el negocio del hombre que podía resucitar muertos cambió y se hizo mucho, pero  muy rico cobrando por no resucitar a los difuntos…  El elixir del bastón está casi completo y lo que se me está ocurriendo recomendarle al resucitador del cuento que mejor se dedique a resucitar animales, a la gente tal vez le interese más resucitar a sus mascotas que a sus parientes… Mmmm… Allí puede haber buen negocio.

    ¿Que qué tiene que ver este cuento con lo de los inventos y descubrimientos de que hablé al principio del tema? Puede ser que nada, pero ya voy inventando el modo de llenar esta columna más rápido y estoy tratando de que, como al resucitador del cuento, un día me paguen por no escribir…. y como ya nomás faltan dos semanas para el día de los muertos, pues seguiremos con el tema de muertos, aparecidos y resucitados… si no me muero o te mueres antes…

Salud y saludos. licvidriera@aol.com

 EL PILÓN.- No es muy difícil imaginar lo que sería el mundo sin gobernantes “politiqueros”… ¡Otro mundo!!! O lo que sería con buenos gobernantes… ¡Casi el paraíso!… Vámonos animando y saquemos a todos los “buenosparanadavendidosyvividores” de los gobiernos del mundo, pero ya!!

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