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La tragedia del acoso sexual

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Puede ocurrir en la escuela, en su trabajo, en cualquier lado hasta en su iglesia. El acoso sexual no tiene fronteras de ningun tipo, ni sociales, de edad, ni mucho menos economicas.

Puede ocurrir en la escuela, en su trabajo, en cualquier
lado, hasta en su iglesia.
El acoso sexual no tiene fronteras de ningún tipo,
ni sociales, de edad, ni mucho menos económicas.
Y obviamente, de género mucho menos. Le ocurre
a hombres y a mujeres. Puede pasar entre sexos
opuestos y hasta de manera homosexual. Pero
la realidad es que puede resultar devastador para
quien lo sufre.

Hace unos meses, una querida amiga, al frente
de cierta organización profesional no lucrativa en
Washington, D.C., sufrió los avances no bienvenidos
de uno de los integrantes de la Mesa Directiva.
Me contó con lágrimas en los ojos la terrible situación
sin saber qué hacer y temerosa de contarlo a
alguien más. “Esta situación me hizo entender que
la salida de un acoso sexual no es algo fácil”, me
dijo más tarde que decidió no continuar el frente de
la institución. “Creo que aprendí mucho de lo ocurrido”,
afirmó. “Y ahora entiendo más el por qué
algunas mujeres esperan y esperan antes de tomar
medidas”.

La víctima de un acoso sexual, si este acoso proviene
de un jefe, teme perder su empleo, o le avergüenza
la idea de ser el blanco de los comentarios. Puede
hasta sentirse culpable. Nada de esto puede reflejar la
tragedia que vive quien sufre esos avances sexuales,
los cuales pueden ir desde amenazas hasta velados
comentarios o “bromas” de carácter sexual.

Sin embargo, hay soluciones. El hostigamiento
sexual viola leyes federales, específicamente el Título
7 de la ley de derechos civiles de 1964. Usted
debe aclarar en términos que no dejen dudas, que
los actos de quien le acosa no son bienvenidos.

Mi recomendación personal es que trate de grabar
en secreto la conducta de su atacante. En el caso
de que el acoso ocurra en el centro de trabajo, la
víctima debe usar los mecanismos establecidos por
su empleador para tratar casos de esa índole. Si
nada de esto funciona debe poner una queja ante el
gobierno federal. Usted puede tomar medidas efectivas
contra el acoso sexual. Hay diversas organizaciones
y mecanismos en la actualidad para ayudarle
contra esta conducta inmoral y deshonesta.

Amigo lector de La Columna Vertebral, para servicios
educativos en su comunidad llame a La Línea
de Ayuda 1-800-473-3003.

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