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Otra Locura de Trump, quiere confiscar remesas cuando Latinoamérica las necesita para crecer

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Univisión
Damià S. Bonmatí


Las familias latinoamericanas recibieron hasta 60,000 millones de dólares en 2014 a través de remesas que enviaron los emigrantes. En algunos países, especialmente en América Central y el Caribe, aportan más del 10% del Producto Interior Bruto (PIB)…

Donald Trump, aspirante republicano a la Casa Blanca, propone “incautar todos los pagos de remesas derivados de sueldos ilegales”. Lo dijo en agosto y vuelve a insistir ahora en enero. Según la propuesta de reforma migratoria de Trump, México “depende fuertemente en los miles de millones de dólares provenientes de inmigrantes ilegales en Estados Unidos”.

En video: Las remesas por dentro

Sí, es cierto que las familias mexicanas reciben miles de millones desde Estados Unidos: concretamente 21,892 millones de dólares en 2014, según el último informe sobre remesas del centro Diálogo Interamericano, con sede en Washington.

Lo que no, no es cierto según este informe, es que la economía mexicana depende fuertemente de esas remesas. En 2014, aportaron un 1.8% del Producto Interior Bruto, comparado con porcentajes de dos dígitos en El Salvador y Honduras, entre otros países.

Y, además, no puede cuantificarse qué parte de ese dinero proviene de envíos realizados por inmigrantes indocumentados. El Pew Research calcula que, en 2012, casi 6 millones de mexicanos indocumentados se encontraban en territorio estadounidense, de un total aproximado de 34.5 millones de inmigrantes provenientes de México.

“Hay muy pocas ocasiones en las que el Gobierno pueda legalmente retener y confiscar ingresos”, explicó en agosto a Univision Noticias Manuel Orozco, investigador sobre remesas y autor del informe anual de Diálogo Interamericano.

La (poca) viabilidad de confiscar remesas

Para Orozco, la propuesta de Trump de confiscar las remesas no es factible. “Un proveedor de servicios de remesas no está autorizado a tener jurisdicción en política migratoria, por ejemplo, comprobar el estatus migratorio”, añade.  

Las empresas de remesas también miran con cautela la propuesta. Una portavoz de Western Union, Pia De Lima, respondió que la normativa les obliga a comprobar la identidad de quien realiza el envío. Eso no implica ni el origen del dinero, ni el estatus de la persona en el país.

La compañía recuerda la diversidad de clientes que usan sus envíos de dinero -desde universidades hasta grandes empresas- y también individuos “que buscan enviar el dinero que ganan a la familia en casa para pagar educación, salud y gastos del día a día”.

Las remesas crecieron un 4% entre 2014 y 2015, según el informe de Diálogo Interamericano. El autor del informe lo atribuye al buen papel de la economía estadounidense: probablemente los inmigrantes se beneficiaron de las mejoras laborales y el crecimiento económico.

Especialmente las remesas hacia México se beneficiaron de la subida, pues aumentaron un 7.8% respecto al año anterior.

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