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QUE HACER Y QUE NO PARA PERDER PESO

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Nuestro peso depende de las calorías que consumimos y las que gastamos. La causa fundamental del sobrepeso y de la obesidad es un desequilibrio energético que ocurre si se consumen demasiadas calorías y no se gastan las suficientes. La Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que se ha producido en todo el mundo “un aumento en la ingesta de alimentos de alto contenido calórico y un descenso en la actividad física debido a la naturaleza cada vez más sedentaria de muchas formas de trabajo, los nuevos modos de transporte y la creciente urbanización”.

Pese a todo, algunas personas que se marcan como meta perder peso, no lo necesitan en realidad. “Es importante conocer si es necesario o está indicado perder peso. Muchas veces, tener un ligero aumento de peso o acumulación de grasa localizada no es un motivo para iniciar un proceso de pérdida de peso”, indica Ana de Hollanda, especialista en Endocrinología y Nutrición del Hospital Clínic de Barcelona y coordinadora del Área de Obesidad de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN).

“No obstante, cuando estamos frente a una situación de sobrepeso asociado a otros problemas de salud como alteraciones en la glucemia (azúcar en sangre), colesterol, tensión arterial elevada, hígado graso o problemas de articulaciones, entre otros, o en un rango de obesidad, perder peso, en realidad perder grasa, ayudará a mejorar estos problemas de salud y también a evitar que aparezcan”, destaca la endocrinóloga.

Los especialistas del Instituto Nacional de Diabetes, Enfermedades Digestivas y del Riñón de Estados Unidos señalan que la manera más segura de perder peso y no volver a aumentarlo es “seguir una dieta saludable con menos calorías de las que antes se consumía y hacer ejercicio todos los días”.

En cuanto a la cantidad de peso a perder, la doctora De Hollanda explica que no está determinado cuánto peso se debe perder en un mes. “La pérdida de peso suele ser muy variable entre las personas y depende de la magnitud de los cambios que se hagan para conseguirlo”, apunta.

No obstante, la endocrinóloga advierte que cuando se pierde mucho peso de forma brusca, el cuerpo activa una serie de mecanismos que llevan a que cada vez sea más difícil continuar perdiendo e, incluso, se llegue a recuperar el peso perdido. Para evitar el efecto rebote, la doctora De Hollanda afirma que lo ideal es hacer cambios en el estilo de vida, en lo relativo tanto a la alimentación como al ejercicio, que sean progresivos y que se puedan mantener en el tiempo.

DIETAS MILAGRO Cuando se necesita perder peso, lo más conveniente es ponerse en manos de un profesional cualificado y seguir sus indicaciones. La doctora De Hollanda hace hincapié en la importancia de no caer en las dietas milagro, es decir, en las dietas que prometen resultados poco realistas.

En este sentido, el Instituto Médico Europeo de la Obesidad (IMEO) elabora cada año un ranking con las peores dietas para perder peso. Los especialistas del IMEO señalan que se trata de dietas sensacionalistas y muy restrictivas, que prometen perder mucho peso en poco tiempo y que son insostenibles a largo plazo.

Así, en el top 5 de las dietas menos indicadas para 2023 según los especialistas del IMEO, están la dieta de los sustitutos adictivos como alcohol, tabaco o pastillas adelgazantes; la dieta Sirtfood; la dieta de la manzana; la dieta antidiabética y la dieta keto.

La dieta de los sustitutos adictivos consiste en reemplazar alguna comida por tabaco, alcohol o por ciertas pastillas adelgazantes o activadoras del metabolismo. Por ejemplo, fumar un cigarrillo en lugar de desayunar. Por su parte, la dieta Sirtfood se basa en la acción de unas enzimas denominadas sirtuinas. Su premisa fundamental es consumir solamente alimentos que contengan estas sustancias o que las activen como manzanas, arándanos, alcaparras, cebolla, col rizada, rúcula, tofu, trigo sarraceno, café, té verde, chocolate negro, nueces, perejil, cúrcuma y aceite de oliva virgen.

Otra de las dietas peor valoradas por los especialistas del IMEO es la de la manzana, “que consiste en ingerir solo este alimento durante un largo periodo de tiempo, mínimo 2 o 3 semanas”, señala Andrea Marqués, dietista del IMEO.

En cuanto a la dieta keto, es un plan de alimentación que reduce excesivamente los carbohidratos, aumenta el consumo de grasas y modera la ingesta de proteínas.

Por último, la dieta antidiabética utiliza inyecciones indicadas para el tratamiento de la diabetes tipo 2, que producen como efecto secundario la pérdida de peso, ya que disminuye el apetito y aumenta la saciedad. Su principal peligro es que no esté controlada por un equipo médico, pues puede poner en peligro la salud de la persona.

Purificación León EFE-REPORTAJES

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