La historia está llena de casos en donde gente de todo tipo y extracto social se dejaban guiar por cosas o por determiandos acontecimients o situaciones fortuitas que les ocasionaban miedos
La historia está llena de casos en donde gente de todo tipo y extracto social se dejaban guiar por cosas o por determiandos acontecimients o situaciones fortuitas que les ocasionaban miedos o que por el contrario les daban confianza. Esto poco a poco se ha ido convirtiendo en una forma de ser y vivir de muchas personas, por lo que se han creado infinidad de cábalas y supersticiones. Pero como dijimos al principio, esto no es cosa de hoy, ya desde tiempos antiguos, por ejemplo, el hombre pensaba que los truenos y los relámpagos eran mensajes de los dioses. Los adivinos y los astrólogos, en base a los astros, decidían las estrategias de una batalla.
Las derrotas se atribuían a la posición de las estrellas o incluso a la influencia del diablo…. Pero no sólo en tiempos remotos han existido, de hecho esos miedos y creencias siguen existiendo hoy en día. Estas son algunas de las supersticiones más conocidas de gente culta, ilustre y famosa.
•• Indira Gandhi, cuando fue Primera Ministra de la India, no tomaba decisiones importantes sin antes consultar a un gurú personal.
•• Lon Nol, presidente de Kampuchea, confiaba más en su equipo de astrólogos que en la propia opinión de sus generales y colaboradores.
•• Tal vez uno de los casos más conocidos sea el de los esposos Reagan. Se dice que la fe de Nancy, esposa del expresidente norteamericano, en los horóscopos y su influencia en los programas del presidente eran determinantes e inobgetable.
En 1981, la astróloga Joan Quigley convenció a la señora Reagan de que el intento de asesinato del 30 de marzo pudo ser predicho. Desde entonces, era un secreto a voces que los compromisos presidenciales fueron determinados por los horóscopos favorables de la señora Quigley, y más aún, el presidente Reagan no se presentaba en la oficina oval, si antes no leía su horóscopo personal.
•• Otro sonado caso, fue el de Samuel Johnson, famoso lexicógrafo inglés, tenía la extraña costumbre de entrar y salir de un recinto siempre con el pie derecho por delante. Creía que si lo hacía con el izquierdo atraería la desgracia a los que se encontraban bajo techo. Pasaba tocando cada poste de madera que se encontraba y nunca pisaba las grietas del pavimento.
•• Eduardo VII, rey de Inglaterra de 1901 a 1910, era extremadamente supersticioso, al grado de que no toleraba que le hicieran la cama o cambiaran las sábanas en viernes. Según reza un viejo adagio, si se cambian las sábanas en ese día, el diablo tendrá control de nuestros sueños durante toda la semana.
•• Benito Mussolini y Adolfo Hitler eran fanáticamente supersticiosos. Se dice que, en una ocasión, Mussolini cambió sus planes de viaje porque, según dijo, cierto pasajero tenía un ojo diabólico. Hitler creía que el número 7 tenía poderes especiales, y con frecuencia pedía consejo a los astrólogos y a los adivinos. El emblema nazi, la suástica, es un antiguo símbolo y algunos creían que tenía influencia mágica. Era tan grande la creencia de Hitler en la astrología, que los oficiales de los Aliados consultaban a sus propios expertos, con la esperanza de anticipar de qué manera el horóscopo del dictador podría influir en la guerra.
•• Pero la superstición durante la Segunda Guerra Mundial no estaba sólo en un bando. El primer ministro de Inglaterra. Winson Churchill, portaba su “bastón de la buena suerte” y rara vez fallaba al golpear a un gato negro que le saliera al paso.
•• Entre los compositores, ninguno ha sido más supersticioso que Mozart. Se dice que dudó en aceptar el encargo de escribir el Réquiem, pues temía que eso atrajera su propia muerte… Falleció poco después sin haber terminado la obra.
•• Antes de emprender una campaña, Napoleón Bonaparte siempre pedía consejo a una famosa clarividente, Madame Normand.
Los historiadores dicen que el gran corso tomaba muy en cuenta los sueños que tenía, creyendo que éstos le predecían el futuro. Muchas veces expresó que las estrellas controlaban todos sus actos y que su buena estrella lo guiaba para lograr grandes victorias.Napoleón atribuía gran importancia a pequeños incidentes, tales como una caída del caballo o el cruce repentino con un gato negro, que para él era un signo muy desafortunado. Se dice que soñó con un gato negro antes de la batalla de Waterloo, en la cual sufrió una aplastante derrota.
•• Se dice que Cristóbal Colón y su tripulación, durante su viaje al Nuevo Mundo en 1492, creían que habría desastres si los tiburones seguían su barco; por eso trataban de alejarlos. Pero una de las supersticiones poco conocida de Colón y su gente era acerca de que los naipes podían calmar las olas, por eso, durante una tormenta particularmente fuerte, Colón tranquilizó a sus angustiados hombres arrojando al mar un paquete de naipes, lo cual se suponía calmaba las gigantescas olas.
•• Cuando el rey Carlos I estaba sometido a juicio después de la guerra civil inglesa, el puño de su bastón de oro rodó por el suelo…Se dice que en ese momento el rey supo que perdería. Más tarde fue decapitado.
•• Por otro lado, en el Nuevo Mundo, Moctezuma Xocoyotzin, último emperador azteca, pese a dominar un poderoso imperio que llegaba hasta lo que hoy es Honduras y Nicaragua, se rindió ante los conquistadores españoles dirigidos por Hernán Cortés. El Emperador estaba convencido de que habrían de llegar, por donde sale el Sol, hombres rubios y barbados que serían dueños de tierras. El dios Huiutzilopochtli le había predicho todo eso, por eso, Moctezuma se entregó sin ofrecer resistencia, con lo que el imperio azteca quedó bajo el mando de la Corona Española. Como hemos visto, en todo lugar, a todos niveles y durante todos los tiempos ha existido gente ilustre y famosa e incluso preparada y con conocimientos que sin embargo, se ha dejado llevar por las Supersticiones y cábalas…. Y Créalo o No, Así Fue, Así ha sido… y seguramente Así Seguirá Siendo!
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