¡Qué pasó razaaaa!, ¿cómo se les ha ido últimamente… la vida? ¿como motor de carro nuevo, suave y sin contratiempos?…. Espero que yes en inglés!
Y como cada every other week (ay, güey!, que mamila me oí, verda’?), güeno, aquí les va el chistorete acostumbrado, se llama “El Cubanito”..:
Resulta que sube un hombrecito al ascensor y dentro de él, se hallaba un negro enorme, enorme!. Luego de un corto silencio, que a nuestro pequeño hombre le pareció una eternidad, se escuchó la voz áspera del negrote:
“Tengo 2.05 mts. de estatura, 155 kilogramos de peso, pene de 33 cm., testículos de 200 gramos cada uno. Soy cubano, mucho gusto: Dante Huerta.
Dicho todo, éste le extiende la mano en actitud de saludo.
El hombrecillo pela los ojos como exorcizado, boquea y se desmaya.
Asombrado, el negro lo toma entre sus brazos y trata de reanimarlo…
Una vez que esto ocurre, le pregunta:
-¿Qué te pasó, chico?… te sientes mal?
El hombrecito, sin dejar de mirar al negro, con el espanto pintado en su rostro, le preguntó en un hilo de voz:
¿Me . . . puede … repetir … lo .. que … dijo?
“Por supuesto, chico. Me he presentao. Te he dicho mi estatura, mi peso, la longitud de mi miembro, el peso de mis testículos, mi nacionalidad, mi nombre y apellido, Dante Huerta.
-Ay ca…borón, que alivio!… había entendido “Date Vuelta!”.
je! je!… vaya susto!!!
Fíjensenn que no sé por qué, pero este chistorete trajo a mi memoria cuando hace muchos años llegué a este país y dos de las primeras palabras que aquí empecé a oír con mucha frecuencia fueron: “discriminación y tolerancia”…. Aunque sabía su significado, yo vengo de un país en donde casi no usamos la palabra discriminación, aunque si discriminamos, porque “los hacemos de menos, malmodeamos, humillamos y abusamos de los que pensamos son inferiores, y no les llamamos ilegales o ‘mojados, pero sí decimos que son ‘nacos’, ‘rancheritos’, ‘inditos’ o ‘paisitas’… Eso sí!, en diminitivo pa’ que no se oiga tan feo.
También les cuento que en mis años mosos, (uuuuh!, ya llovió!) la única tolerancia que conocía, era ‘la zona de…’, lugar donde mujeres ‘de la mala vida’ -así les dicen-, daban buena vida a los que ya medio pedestales, se ponían insoportables entonces ellas tenían que ‘tolerarlos”…
Bueno pero eso era antes y era allá, porque aquí aprendí que una forma de discriminación son cosas que hacen algunos gringos contra la inmigrantes. Pero también son las mismas cosas que hacen algunos ‘inmigrantes con papeles” en contra de los que no los tienen… Aprendí que la tolerancia, en teoría, es el respeto y la aceptación de las costumbres, prácticas y opiniones de otros. ¡Ah!, pero siempre y cuando piensen igual que nosotros y no nos critiquen… Y no’mas como ejemplo, tenemos el caso de Nicolás Maduro, puede decir lo que quiera contra Estados Unidos, de su Presidente y contra muchos otros países y gentes, y no hay purrum, hay que ser tolerante con él… ¡Ah!, pero que a él nadie le diga sus verdades porque cuidado!.
Y en nuestro diario vivir, de igual manera podemos ver que el pobre puede criticar al rico y no hay purrum!; Los musulmanes pueden criticar al cristiano y no hay purrum!; los inmigrantes podemos criticar al gobierno y no hay purrum!; los ilegales podemos criticar a antiinmigrantes y no hay purrum, los homosexuales pueden criticar a los heterosexuales y no hay purrum!, y como esos, hay muchos otros casos en donde ‘‘la tolerancia’’ es la que predomina… ¿Pero qué pasa cuando la cosa es al revés? cuando los que siempre son criticados ahora critican… ¡Ah!, entonces sí arde Troya!…. Y si no, recuerden lo que le pasó a Paquita la del Barrio, que quienes pregonan “la tolerancia” no toleraron sus palabras ni las letras de sus canciones que la llamaron persona non grata.
Y como esos, hay infinidad de situaciones, en que vemos a personas que hablan de tolerancia, de respeto a las diferentes creencias, opiniones o actitudes, pero que sólo se cumplen cuando son a favor!
Por eso, a mis cuatro lectores les recomiendo que piensen en esto y que realmente sean tolerantes, tanto de allá pa’acá, como de aquí pa’allá, y que hagan como yo, cuando alguien no está de acuerdo con lo que escribo. Yo acepto sus críticas, sus opiniones y después de escuchar, con humildad y sencillez digo a esa persona: ‘‘sabes que… tacata tacaaa!!! y vete a chiflar a… la loma!!!
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