Para nadie es secreto, los chicos de hoy cada vez están más expuestos a las drogas a temprana edad, y de todos es sabido también que el consumo de ellos puede tener serias consecuencias… Para prevenir eso, los padres juegan un papel importantísimo.
Las drogas se han convertido en una de las mayores amenazas para los jóvenes en la actualidad. Es en esta etapa donde se ofrece un terreno propicio que puede llevarlos al deseo de experimentar con este mal, por lo que la supervisión e intervención constante de los padres en la vida de sus hijos puede ser la única opción para mantenerlos a salvo.
Es cada vez más común que los menores estén expuestos a las drogas a muy temprana edad y los jóvenes latinos son uno de los grupos en mayor riesgo a nivel nacional, según cifras oficiales.
Los jóvenes hispanos de octavo grado registraron los índices de uso más altos de casi todas las drogas en el 2003, en comparación con menores de la misma edad de otros grupos étnicos, de acuerdo con datos de la Campaña Nacional Antidrogas.
En el 2004, aproximadamente 284.000 hispanos entre las edades de 12 a 17 años reconocieron fumar marihuana y casi uno de cada cinco (18 por ciento) afirmaron haberla probado por lo menos una vez en su vida. Si bien la adicción a la marihuana es una de las más comunes entre los menores latinos, no es la única ante la que los padres deben estar alertas.
Los productos inhalados -como aerosoles, pegamentos o líquidos de limpieza-, las metanfetaminas y la cocaína, son sólo algunas de las sustancias con las que muchos menores están experimentando.
No es un secreto que el uso de drogas puede tener serias consecuencias en el futuro de quienes las consumen, ya que puede impedir que los jóvenes logren un buen rendimiento en los estudios, limitar su capacidad para encontrar y mantener un empleo, o incluso afectar sus funciones cerebrales.
Numerosas investigaciones científicas han demostrado que la comunicación entre padres e hijos es una de las vías más eficaces de prevenir que los jóvenes creen adicción a las drogas, por lo que los expertos coinciden en que la mayor presencia en la vida de los menores puede ser beneficiosa.
Y es que según los expertos, nunca es “demasiado temprano o demasiado tarde” para hablarle a sus hijos sobre los peligros que enfrentan al consumir drogas. Es en ese momento donde se halla caracterizado por situaciones de angustia, incomodidad física, presión grupal, búsqueda de la identidad, sentido de pertenencia.
“El error más grande que muchos padres cometen es que esperan hasta que los jóvenes entren en la adolescencia para hablarles del tema y es importante que la buena comunicación con los hijos empiece desde mucho antes”, dijo José Szapocznik, director del Centro de Estudios de Familia de la Universidad de Miami, organización que participa en la Campaña Nacional Antidrogas.
Además de establecer una estrecha comunicación con sus hijos, los expertos recomiendan seguir de cerca sus pasos y tener en cuenta los siguientes aspectos:
Vigilar los cambios súbitos de actitud en el comportamiento de su hijo, como encerrarse con llave en su cuarto, puede ser resultado de algo más que una costumbre de adolescente.
También existen ciertos objetos que usted puede encontrar en posesión de sus hijos y que pueden indicarle que están usando drogas.
Encontrar papeles para enrollar cigarrillos, pinzas o pipas puede ser una señal de que su hijo esté consumiendo marihuana; y descubrir latas de ‘spray’ para el pelo vacías, recipientes de pegamento vacíos o ropa con olor a químicos puede ser una consecuencia de la inhalación de este tipo de productos.
Así que recuerde: ¡Acercarse a sus hijos es la mejor manera de alejar a sus hijos de las drogas!
AGE/EFE
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