Empleado durante siglos por numerosas culturas debidos a sus propiedades medicinales y con un renovado auge en el mundo occidental, ya sea en la cocina o en el botiquín de parafarmacia, en extracto, en polvo o como condimento de un plato, el jengibre puede ser un buen aliado natural de nuestra salud, según los expertos en farmacia, gastronomía y nutrición.
El jengibre (Zingiber officinale) también llamado kion en Perú, es la raíz de una planta herbácea con flor que pertenece a la familia de las zingiberáceas, igual que la cúrcuma o el cardamomo, informa a Efe Amanda Dutruc, farmacéutica de la farmacia online DosFarma (www.dosfarma.com).
“Tiene un sabor y un aroma picantes, con un intenso toque cítrico y fresco”, señala.
“Es una planta originaria del sureste asiático muy utilizada en la medicina tradicional, que puede conseguirse en muchos lugares del mundo y tomarse de muchas maneras (fresco, seco o en polvo), utilizándose principalmente en la gastronomía aunque también se emplea en cosmética”, según Dutruc.
Además, el jengibre contiene muchos nutrientes, dado que en estado crudo es rico en minerales como el calcio, el sodio, el potasio o el fósforo y en ciertas vitaminas, como la C, la B2, la B3 y la B6, según esta farmacéutica.
PLANTA MEDICINAL Y SABORIZANTE CULINARIO
Destaca Dutruc que la raíz del jengibre tiene propiedades antiinflamatorias “siendo útil para aliviar los dolores menstruales o la inflamación intestinal; antioxidantes, por lo que contribuye a frenar el envejecimiento y reducir el daño celular; y antibacterianas que favorecen la eliminación de microorganismos infecciosos de cuerpo y de algunas bacterias bucales nocivas”.
“También ayuda a combatir la halitosis, haciendo que el aliento huela mejor”, según Dutruc.
Asimismo el consumo de esta planta medicinal y especia “ayuda a aliviar las náuseas y mareos debidos al balanceo durante los viajes; favorece la expectoración, ayudando a aliviar la congestión y otros síntomas del resfriado; y podría contribuir a reducir los niveles de azúcar en la sangre, según algunos estudios recientes aunque aún preliminares”, indica Dutruc.
“A pesar de que el jengibre tiene muchos beneficios para nuestro organismo, a veces consumirlo puede ser contraproducente, por lo que la persona debe consultar con un especialista si sufre hipertensión, toma medicamentos anticoagulantes, tiene gastritis, úlceras gástricas, colon irritable, colitis o diabetes, y también a partir del tercer mes del embarazo”, recomienda Dutruc.
Para aprovechar todos los beneficios de esta planta, la experta de DosFarma recomienda consumir el jengibre mejor fresco que en polvo, ya que contiene más gingerol, y propone las siguientes maneras saludables de incorporarlo a nuestra vida:.
EN INFUSIONES.
“Para hacer un té de jengibre, solo hace falta hervir unos trozos de raíz en un recipiente con agua durante unos quince minutos, dejar que repose y añadirle un chorrito de limón”, explica Dutruc.
EN CÁPSULAS.
Esta forma de consumir el jengibre es ideal para quienes quieran reforzar su sistema inmunitario, reducir la sensación de mareo y náuseas.
SOBRE LA PIEL.
“Las propiedades antioxidantes del gingerol pueden prevenir la degradación acelerada de colágeno y proteger nuestra piel de unos agentes nocivos llamados radicales libres, retrasando su envejecimiento y la aparición de arrugas”, según Dutruc.
Por eso esta experta sugiere aplicarse el jengibre sobre la piel en forma de mascarilla o utilizar geles, cremas y champús que contengan extractos de esta raíz.
EN LA COCINA.
“Existen numerosas maneras de consumir el jengibre a nivel culinario de modo que conserve al máximo sus propiedades medicinales, por ejemplo como condimento en galletas, sopas, pescados, ensaladas, vegetales y como encurtido, principalmente acompañando al sushi”, señala Ramo.
Por Omar Goncebat. // EFE/REPORTAJES
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