EFE
Una críptica invitación enviada la semana pasada a los medios de comunicación, con círculos de colores sobre un fondo negro, fue la manera en la que Apple dejó entrever que mañana desvelará sus nuevos productos, incluida la nueva generación del iPhone…
“Nos vemos el 7” fue el escueto mensaje que ofrecía la compañía, la más valiosa del mundo por capitalización bursátil, para su tradicional evento de septiembre, en el que se espera la presentación de los sucesores del iPhone 6 y 6S Plus, posiblemente denominados iPhone 7 y iPhone 7 Plus.
Estos teléfonos inteligentes incorporarán una nueva gama de colores (diferentes tonos de negro), capacidades fotográficas avanzadas (cámara dual), un diseño sin grandes modificaciones (pantallas de 4,7 pulgadas y 5,5 pulgadas) y tendrán tecnología IPX7 (serán resistentes al agua, pero no sumergibles).
Se espera, asimismo, que la cámara dual del iPhone 7 Plus cuente con un gran angular, estabilización óptica, sensores de proximidad y de ambiente, resolución de 12 megapíxeles y cuatro luces LED, todo ello según las filtraciones del analista de KGI Securities Ming-chi Kuo, recogidas por portales como AppleInsider, MacRumors y 9to5Mac.
El experto, que ha venido adelantando los lanzamientos de la empresa en los últimos años, avanzó que la capacidad mínima de almacenamiento de los nuevos dispositivos saltará hasta los 32 gigas (desde los 16 GB actuales), y contarán con variantes de 128 GB y 256 GB.
Además, el iPhone 7 Plus dispondrá de 3 GB de memoria RAM, mientras que el modelo más pequeño tendrá 2 GB. Ambos contarán con el procesador Apple A10, que funcionará a 2,4 gigaherzios, una mejora sustancial respecto a los 1,85 del A9.
Una de las grandes novedades será la eliminación de la tradicional entrada para los auriculares, que serán sustituidos por unos inalámbricos, aunque el usuario mantendrá la opción de continuar usando el cable mediante la función Lightning.
Incluso, podría desaparecer el clásico botón físico de inicio del dispositivo, que pasaría a estar integrado en la pantalla.
La gran duda girará en torno a la capacidad de resistencia de las baterías que, según los rumores, podrían ser las más desarrolladas hasta la fecha.
El evento llegará para Apple en un momento sensible debido a que sus beneficios cayeron un 27 por ciento durante el tercer trimestre de su año fiscal -finalizado el pasado 25 de junio- hasta los 7.800 millones de dólares, principalmente por el descenso en las ventas de los teléfonos iPhone.
El gigante tecnológico con sede en Cupertino (California) vendió 40,4 millones de iPhones en el trimestre, comparado con los 47,5 millones del mismo periodo de 2015.
Esa caída de las ventas por segundo trimestre consecutivo propició una contracción del 14,6 por ciento en los ingresos, que totalizaron los 42.360 millones de dólares, frente a los 49.600 millones de dólares del mismo periodo del año anterior.
El iPhone supone aproximadamente dos tercios de las ventas totales de Apple, por lo que todos los ojos estarán pendientes de su actualización, que a todas luces no será tan revolucionaria e innovadora como la que se espera para el próximo año, cuando se celebrará el décimo aniversario del alumbramiento del producto.
Pero, a falta de grandes sorpresas, la empresa a buen seguro desvelará también las novedades en cuanto a sus sistemas operativos y podría anunciar un nuevo iWatch con GPS incorporado, así como actualizaciones del ordenador ultraligero MacBook Air y el portátil MacBook Pro.
El iWatch, un reloj inteligente de pulsera con pantalla táctil, permite navegar por internet e incluye aplicaciones de salud y ejercicio físico que ofrecen al usuario la posibilidad de supervisar su ritmo cardíaco o los pasos que da cada día.
El evento de presentación tendrá lugar mañana, miércoles, en el Auditorio Bill Graham de San Francisco (California) a las 10:00 hora local (17.00 GMT).
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