EFE
Con el aumento de las temperaturas, las autoridades y activistas ven con preocupación el peligroso intento de cruzar la frontera por parte de miles de indocumentados, cientos de los cuales tienen que ser rescatados…
“Con el clima caliente, en las últimas semanas se han recibido más de 146 llamadas (al número de emergencia 911) que resultaron en el rescate de 188 inmigrantes”, dijo hoy a Efe John Lawson, vocero de la Patrulla Fronteriza en Arizona.
Esta dependencia es la única entre los estados fronterizos que en coordinación con otras agencias opera con el número 911 para rescatar a inmigrantes perdidos o abandonados en el desierto, gracias a lo cual entre marzo y septiembre de 2015 han podido atender un total de 467 llamadas por situaciones de riesgo en esta zona.
“En ningún lugar del país hemos tenido este tipo de sincronización entre varias estaciones y agentes”, explicó a Efe Vicente Paco, portavoz en el sector Tucson de la Patrulla Fronteriza, quien resaltó que el método ayuda a evitar muertes de inmigrantes en el desierto.
“Estamos llegando a ellos mucho antes de que entren en situaciones críticas o en etapa de deshidratación”, explicó Paco.
Este sistema de emergencia a través del número 911 cuenta con la coordinación del Comando de Operaciones de Inteligencia Conjuntas (JIOC), que en el caso de Tucson define con alguna de las ocho estaciones de la Patrulla Fronteriza qué tipo de unidad se desplazará al lugar.
Los activistas, sin embargo, destacan que aunque las cifras en Arizona reflejan una notable disminución de arrestos de indocumentados los inmigrantes siguen perdiendo la vida en la travesía al tentar nuevas rutas por zonas más remotas.
Juanita Molina, directora ejecutiva de Fronteras Compasivas, dijo que la situación empeora cada día porque en esas áreas a los inmigrantes se les acaba la comida y el agua más rápido, y a las organizaciones humanitarias les resulta complicado acceder a estos lugares.
En lo que va de este año fiscal, que comenzó en octubre de 2015, se han contabilizado 57 personas muertas en el desierto de Tucson, mientras que el ejercicio anterior el total fue de 63 fallecidos en esta zona. Y aún falta que lleguen los meses de mayor temperatura.
Las autoridades migratorias reportaron que en el año fiscal 2015, es decir entre octubre de 2014 y septiembre de 2015, un total de 240 inmigrantes murieron en la frontera entre México y Estados Unidos.
Por su parte, los consulados registran por estos días un incremento de llamadas de personas que intentan averiguar que ha sucedido con familiares que han intentado llegar a territorio estadounidense a través del desierto.
“Siempre en esta época hay un incremento, nosotros hemos tenido casos de familiares que han llamado a esta oficina consular para notificar la desaparición de su familiar”, señaló a Efe Freddy Vargas, vicecónsul de El Salvador en Tucson.
El funcionario destacó el caso reciente de una inmigrante salvadoreña que cayó del muro fronterizo en Nogales hace una semana y sufrió fracturas en el cuello y la espalda.
Vargas manifestó que los inmigrantes no saben o no creen que los ‘coyotes’ les mienten, y que desconocen los peligros a los que se exponen en el viaje, entre los que figuran sufrir una violación o la muerte.
El Cónsul de Guatemala, Carlos de León, coincidió con el vicecónsul salvadoreño en que los inmigrantes se convierten en presa fácil de contrabandistas y por ello han desplegado una campaña de prevención “para que no se dejen mentir”.
“El viaje no es de tres y cuatro horas, son varios días, tienen que prepararse con mucha agua”, sostuvo De León.
Agregó que en la actualidad la mayor cantidad de inmigrantes guatemaltecos está cruzando la frontera por Texas.
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