Las autoridades locales a lo largo del país están encontrando problemas para garantizar que se cumplan las órdenes de permanecer en casa, y han llamado la atención por las imágenes de personas en playas o parques, y de negocios que abrieron a pesar de la emergencia sanitaria por el coronavirus.
“Este fin de semana vimos demasiadas imágenes de personas que abarrotan playas o cañones más allá de su capacidad. Demasiada gente, demasiado juntos, con demasiada frecuencia”, alertó el alcalde de Los Ángeles, Eric Garcetti.
“Mientras más lo hagamos, más personas se enfermarán y más personas morirán”, añadió Garcetti, en una conferencia de prensa dad la noche del domingo.
CIERRE DE ESTACIONAMIENTOS
El incumplimiento de las ordenes obligó al jefe del ayuntamiento angelino a ordenar el cierre de los estacionamientos públicos en las playas, parques y senderos públicos en su afán por tratar de controlar el creciente aumento de contagios.
Con más de 410 casos confirmados de COVID-19, y cinco muertes sumadas este lunes, Los Ángeles se convirtió en el condado con más personas infectadas en California, acrecentando entre sus autoridades el temor de que los contagios se disparen en una urbe de unos 10 millones de personas.
La indisciplina de algunos residentes también se vio en el norte del Estado Dorado. El sargento Brenton Schneider, de la Oficina del Alguacil del Condado de Marin, dijo a medios locales que se “están experimentando las típicas multitudes de verano o incluso más grandes”.
La orden de confinamiento en este condado, que entró en vigor el 16 de marzo, no contemplaba el cierre de parques, pero las autoridades se han visto obligadas a cerrar todas las áreas recreativas, entre ellas la popular área nacional de Golden Gate, que incluye el icónico puente que conecta este condado con la ciudad de San Francisco.
INDIGNACIÓN DE AUTORIDADES
La indignación de alcaldes y autoridades locales por el incumplimiento de las medidas para afrontar la emergencia sanitaria se da cuando la cifra de casos aumenta de manera inexorable, con más de 40.000 casos en el país este lunes y alrededor de 500 decesos.
En unas declaraciones dadas este lunes a la cadena NBC, el cirujano general del país, Jerome Adams, alertó que “la situación empeorará” esta semana.
“Quiero que Estados Unidos entienda que la situación se pondrá mal esta semana. Realmente necesitamos que todos se queden en casa”, invocó. “Hay muchas personas que están haciendo lo correcto, pero hay muchas otras que piensan que esto no les puede pasar a ellas”, agregó.
En esa línea, el alcalde del floridano Condado de Miami-Dade, Carlos Giménez, dijo a la cadena Fox que estaba “muy decepcionado” por las aglomeraciones el fin de semana de barcos en las bahías y canales y donde se celebraron fiestas, a contracorriente de los pedidos para mantener un distanciamiento social.
Las autoridades locales emitieron una orden mediante la que se dispuso el cierre de muelles y embarcaderos para actividades recreativas de navegación, excepto la pesca.
MENSAJES A LOS JÓVENES: “ES HORA DE CRECER”
“Estos jóvenes que todavía están en las playas pensando que es una fiesta: es hora de crecer (…) es hora de reconocer que no es sólo acerca de los viejos, es el impacto que usted tiene en sus vidas”, dijo en un mensaje televisado el gobernador de California, Gavin Newsom.
Más de 100 millones de estadounidenses están ya bajo cuarentena para intentar reducir la rápida expansión, este lunes Indiana y Michigan se unieron a California, Nueva York, Illinois, Oregón, Washington, Nueva Jersey, Massachusetts, Connecticut, Luisiana, Delaware y Ohio al ordenar a sus residentes a “quedarse en casa”.
Aunque los departamento locales de Policía han recibido la orden de educar antes que penalizar, esta semana la situación cambiará en ciudades como la californiana San José, donde la policía comenzará a emitir sanciones, especialmente para los negocios “no esenciales” que ya han sido advertidos y no han bajado sus persianas.
El jefe del Departamento de Policía de San José, Eddie García, ha avisado que empezarán a emitirse citaciones si las personas incumplen las órdenes dadas.
La Policía de Chicago, informó este lunes que un joven de 21 años fue acusado de dos delitos graves y varias delitos menores después decir que estaba con coronavirus y toser sobre un agente que lo detuvo por un accidente de tráfico.
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