El Gobierno argumenta que la pandemia ha enfermado y dejado sin empleo a millones de personas para justificar una reforma que hará más sencillo obtener cobertura médica a personas con pocos recursos.
El Gobierno que preside Joe Bien avanzará este viernes en su intento de poner fin a una de las principales restricciones sanitarias de la Administración de Donald Trump, derogando el requisito de trabajo que incluyó en el programa Medicaid.
Merced a la reforma aprobada por Trump, los estados tienen permiso para obligar a los residentes de bajos recursos a trabajar a cambio de poder acceder a este programa. La Casa Blanca tiene previsto notificar su decisión en breve a 10 estados, según un borrador del plan obtenido por el diario The Washington Post y la web informativa Politico.
Los requisitos de trabajo ya han sido declarados ilegales por tribunales federales en Arkansas, Kentucky y New Hampshire, mientras que otros estados se han mantenido al margen durante las impugnaciones legales. Un caso sobre tales requisitos está ahora ante la Corte Suprema.
Sin embargo, el plan representa el claro giro ideológico que Biden ha prometido dar con respecto a las políticas sanitarias de Trump y la forma de enfocar la asistencia para las personas de bajo recurso que tenía la administración anterior. Se conoce además dos semanas después de que Biden firmara una orden ejecutiva para rebajar los requisitos para unirse al programa.
A principios de 2018, la entonces administradora de los Centros de Servicios de Medicare y Medicaid, Seema Verma, emitió una carta a los directores estatales de Medicaid en la que les invitaba a solicitar permiso para crear lo que denominó “requisitos de compromiso con la comunidad”, en los que ciertas personas con Medicaid tendrían que trabajar o participar en actividades de preparación para el empleo. Esa es la carta que se espera sea anulada hoy.
Verma y otros defensores de esa política han sostenido que tales requisitos promueven la autosuficiencia económica, lo que a la larga permite a los pobres no depender de la asistencia gubernamental.
Líderes estatales conservadores han pedido durante años a los funcionarios federales que les permitan obligar a algunas personas a trabajar para obtener sus beneficios de Medicaid, un programa público que ayuda a pagar el seguro de salud de personas con ingresos limitados en el país. Los demócratas, en cambio, han calificado las normas sobre el requisito de trabajo como ilegales, afirmando que tendrían el objetivo de negar estos beneficios a miles de estadounidenses.
Biden emitió el mes pasado una orden ejecutiva en la que instaba a su departamento de salud a identificar las políticas que no “protegieran y fortalecieran Medicaid”.
Pero el borrador del nuevo plan afirma que el coronavirus es la razón principal para revocar las reglas de trabajo, argumentando que la crisis ha “aumentado en gran medida el riesgo” de que esa medida conduzca a una “pérdida de cobertura no intencionada”, pues la pandemia ha enfermado a millones de personas y ha obligado a muchos a dejar de trabajar.
La agencia que supervisa Medicaid “está preocupada seriamente porque ahora no es el momento apropiado para probar políticas que arriesgan una pérdida sustancial de cobertura o beneficios de atención médica”, se lee en el plan de Biden, un documento de 15 páginas en el que se recuerda que Arkansas fue el único estado que realmente implementó estos requisitos, sacando a 18,000 residentes de Medicaid durante varios meses, hasta que el programa fue bloqueado por un juez del Distrito de Columbia.
El departamento de Salud también planea eliminar este viernes algunas referencias al programa de requisitos de trabajo y documentos relacionados del sitio web de Medicaid del gobierno.
Con información de The Washington Post y Politico.
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