Hace apenas tres semanas (Edición 37) aquí mismo en las efemérides de El Aviso recordamos la fecha, 13 de septiembre de 1922, cuando se registró una temperatura de 58 grados centígrados (unos 138 Farenheit) en Azizia Libia y que la comunidad científica sostuvo como la temperatura más alta registrada en el globo terráqueo. Esa temperatura superaba 56.7 grados centígrados registrados el 10 de julio de 1913 en El Valle de la Muerte (Death Valley) en California.
Sin embargo, algunos científicos no estaban completamente de acuerdo, pues veían algunas inconsistencias, y finalmente, 90 años después, la OMM (Organización Mundial de Meteorología) ha reconocido que hubo errores en la medición en esa fecha y ese lugar y que la temperatura registrada no podía haber sido tan alta.
El miembro del comité de expertos de la OMM Christopher Burt fue el primero en cuestionar la validez de la temperatura récord alcanzada en Libia y trató de probar la fiabilidad del dato.
Tras muchas observaciones, se llegó a la conclusión de que hay datos suficientes para suponer que fue un meteorólogo novato el que registró la temperatura y, por principio, se cometió el error de situar la estación sobre una base de asfalto, material que tiende a aumentar la temperatura.
“La estación meteorológica se cambió de emplazamiento en tres ocasiones. En su primera ubicación (de 1913 a 1920), registró una temperatura máxima de 48 grados, mientras que en la segunda (de 1920 a 1926), cuando el termómetro se situó en la cima de una colina y sobre una base de asfalto, llegó a 58 grados”, explicó Burt.
La caligrafía en el registro de ese día es diferente a la de los demás días, lo que hace suponer que no fue la misma persona de siempre, además de que al parecer no sabía en qué columna anotar la temperatura y siempre que aparece la misma caligrafía las anotaciones difieren siete grados arriba de las estaciones cercanas, que durante esos días sólo registraron temperaturas de 32 grados. A la mala medición, hay que añadir que la estación en cuestión estaba sobre asfalto, aumentando la temperatura.
El indicador del termómetro empleado en aquellas mediciones consistía en una barrita magnética de aproximadamente un centímetro de grosor que se movía, subiendo o bajando dentro del termómetro, conforme se dilataba el mercurio con el calor, para marcar la temperatura.
La medida correcta en este tipo de termómetros es la que marca el extremo inferior de la barrita magnética, y no el superior, ya que daría una medida de siete grados más, los mismos que se notan de diferencia con las estaciones cercanas… donde sí anotaban las temperaturas reales….
Según apuntó la OMM, el observador inexperto pudo haber tomado como referencia el extremo superior y registrar así los 57.8 grados, una medida que, al restar los siete grados del supuesto error, hubiese sido de 50.8 grados. (Unos 124°F)
De manera que el récord se temperatura más alta registrada sigue siendo para El Valle de la Muerte en California….. Créalo o no, Así Fue!!!
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