Castillos de arena

Con los días y las horas contados, como un enfermo terminal que se niega a irse de este mundo en paz, el Gobierno agonizante del Presidente Bush todavía tiene fuerzas sin embargo para seguir dejando

Por: José Martín Sámano

“…Las crisis, aunque atemorizan, nos sirven para cancelar una época e inaugurar otra…”  Eugenio Trias, filósofo español

Con los días y las horas contados, como un enfermo  terminal que se niega a irse de este mundo en paz, el Gobierno agonizante del Presidente Bush todavía tiene fuerzas sin embargo para seguir dejando su huella nefasta en la historia. En estos tiempos en que la economía se ha convertido en el tema más importante para los estadounidenses, incluso por encima de la amenaza terrorista, el sistema financiero del país se desmorona como castillos de arena. Y esto se refleja a cualquier nivel de la sociedad. Pregúntele a cualquier persona en la calle cómo le está yendo con sus gastos cotidianos -comenzando por el precio de la gasolina o el pago de la hipoteca-. Luego pregúntele a los dueños de pequeños negocios, cómo la están pasando con los aumentos en productos básicos y materias primas. A los grandes empresarios e inversionistas, está difícil preguntarles y más, que nos lleguen a contestar, pero le aseguro que la gran mayoría está que se muerde las uñas. Ya ve usted lo que pasó la semana pasada en que el Departamento del Tesoro tuvo que rescatar a dos de las principales empresas hipotecarias de la Nación (Fannie Mae y Freddie Mac). Y este 15 de septiembre -lunes negro para las principales bolsas del mundo-, continuó la debacle con la quiebra de Lehman Brothers y la venta obligada de Merryl Lynch al Bank of América.

Aún para quienes no somos muy buenos para los temas económicos, es evidente que las cosas van de mal en peor y que todavía no se le ve el fondo a esta crisis. Pero “irresponsablemente” el Presidente
Bush, ni sufre ni se acongoja, ya que, aunque el barco está a punto de hundirse, él insiste en que su equipo de trabajo es capaz de resolver el problema y que el sistema financiero de Estados Unidos es suficientemente sólido como para salir a flote.

Definitivamente esas son patadas de ahogado. Los expertos en la materia aseguran que pronto habrá más instituciones que se irán a la quiebra y que Washington no tendrá la capacidad para salvarlas a
todas, como hicieron la semana pasada. La recesión económica está a la vuelta de la esquina, pero con menos de cuatro meses en el poder, lo más seguro es que Bush se lave las manos y le “pase
la bolita” a su sucesor….. Digan lo que Digan.

 José Martín Sámano es conductor del Noticiero Nacional Azteca América.