Comer fruta en exceso ¿Qué tan bueno es para la salud?

Según los expertos el consumo de frutas no es malo. Es más, es una buena forma de tener un postre delicioso y nutritivo en la mesa. Pero si la comemos en exceso, la fructuosa, azúcar de las frutas que solo es metabolizada por el hígado, puede interferir en el proceso de energía del cuerpo, el cual funciona con glucosa.
Además, ante el exceso, el hígado transforma esta fructuosa directamente en grasa, lo que puede, a la larga, obstruir nuestras arterias y desencadenar enfermedades cardiovasculares y el colesterol malo.
A pesar de que las frutas aporten buena cantidad de fibra, potasio o vitaminas; algunas pueden ser perjudiciales, por eso, aquí te explicamos las cosas que haces mal al comer fruta y que puedes mejorar: 
No te mides para comer ciertas frutas
El índice glucémico de algunas frutas, es aquello que les da el sabor dulce y que nos encanta, pero que también lleva a la sangre la glucosa y calorías que suben de peso o afectan si tienes diabetes.
El Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA), recomienda en adultos un máximo de 2 tazas de fruta al día; dependiendo de la edad y condición física.  
No todo lo que compres tiene que ser “orgánico”  La única diferencia a veces está en la etiqueta, tú puedes acudir a un mercado local y conseguir frutas igual de frescas. La ventaja de frutas frescas, es que también están libres de pesticidas y conservadores.
Te olvidas de comer la cáscara
La cáscara de las frutas es la que contiene toda la fibra, si solo consumes el jugo o la fruta sin cáscara, ingieres directamente el azúcar. La cáscara aporta vitaminas A, C, antioxidantes y es buenísima para combatir el cáncer. 
Solo te tomas el jugo
Beber el líquido quita la parte fibrosa a las frutas, la misma fibra que reduce la liberación de glucosa en el torrente sanguíneo. Es mejor que uses la fruta en trozos y la licúes, no solo le saques el jugo.
Comes frutos sin complementarlos
Una sola pieza de fruta puedes combinarla con elementos que reduzcan el nivel de azúcar, como granos enteros, semillas sobre tu cereal o yogurts natural. La idea es no solo llenarte con fruta, sino que sea un complemento en tu dieta y en tu menú.