Querida Doctora Consejos:
Tengo muchos problemas y no encuentro la salida. Por favor, ayúdeme!!
Mantengo una relación de pareja con un hombre desde hace cuatro años, pero desde hace dos hemos tenido una gran cantidad de problemas. La razón es porque él bebe mucho y se transforma en una persona violenta, eso a mí me mortifica, han sido tantos los problemas que hasta el día de hoy ya no le tengo amor.
Ya no me importa en absoluto, pero él no me quiere dejar porque, según él, lo que hace no es nada malo. Además, ya no le tengo confianza porque no sé qué más hará mientras está fuera, debido a que cuando bebe se queda 5, 6 o más días fuera de la casa.
Realmente me da miedo que me vaya a traer alguna enfermedad contagiosa.
Por otra parte él es un profesional en la construcción y eso es lo que me tiene aguantándolo, ya que lo necesito para todos esos trabajos en mi casa, pero cuando estamos juntos realmente ya no lo soporto y no lo quiero cerca de mí.
No sé qué hacer porque lo necesito para mis proyectos y tengo ganas de vivir mi vida, pero con él no puedo.
Por favor aconséjeme. — La Necesitada
Querida Necesitada:
Tuve que leer dos veces tu carta para ver si había entendido bien lo que planteas en la misma.
¿Me dices que la razón por la que aguantas a este hombre violento, borracho, que se pierde por muchos días a la vez y que podría traerte una enfermedad contagiosa de la calle, es para que puedas tener tu casa en constante renovación y remozamiento? Créeme que me cuesta trabajo creer que arriesgues tu salud, tu seguridad física y hasta tu vida misma a cambio de que pongan mosaicos nuevos en la cocina y tener una casa bonita.
Si te pones a hacer números, te va a salir más barato contratar un especialista de la construcción que pagar los médicos y el hospital si ese hombre llega a pegarte una enfermedad o a darte una golpiza de la cual no te puedas ni parar, cuando esté alcoholizado. Esto sin contar con todo el estrés que te está causando y con el hecho de tener que aguantarlo en la intimidad cuando ya no te provoca y además te da miedo.
Toda ganancia implica una pérdida. Lo que tienes que decidir es qué estás dispuesta a ganar y entonces sabrás lo que tienes que aceptar como pérdida.
Si quieres ganar paz, seguridad y dignidad, tendrás que perder al contratista. Si quieres tener al contratista de cabecera, entonces sigue aguantando y encomiéndate a Dios que el precio que pagues por la casa linda no sea tan alto.
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