¡Quiiuuubo!, quiuubo!, quiubo! … Cómo están, mis relucientes tuerquitas cromaditas y mis oxidados tornilletes ooojeras de dog, bien? pos ojalá que síii!
Y si me lo permiten, esta semana no les contaré un chistorete sangrón sino algo que le pasó a un cuaderno y que hace tiempo me contó… Ahí les va:
Resulta que mi cuate ‘Luis’ una vez que se jue viaje le tocó sentarse en el avión junto a una bonita dama. Él voltea despistadamente la ve que parece amable y en güena ‘onda le dice:
-• Hola!, me llamo Luis (ohhh!, así se llama el tipo pues… qué quieren que yo haga)…. He oído decir que los vuelos se hacen menos largos si uno conversa con la persona que tiene al lado. Así que, ¿qué le parece si charlamos un poco?
La dama, que acababa de abrir un libro para ponerse a leer, con una sonrisa amable le contesta:
— ¿“Sobre qué le gustaría conversar, señor Luis?”
-• Pues no sé… ¿qué le parece de física cuántica?- -dijo él, presuntuosamente-.
— Bueno -dijo la chica-, ese me parece un tema muy interesante. Pero primero déjeme hacerle un pequeño cuestionamiento… Si un caballo, una vaca y una chiva comen básicamente lo mismo: “hierba”. Pero el excremento de la chiva es en bolitas pequeñas, el de la vaca es una gran plasta aguada y el del caballo parece una pelota de pasto seco… ¿por qué cree usted que sucede esto?
Luis –(que ya no me está gustando que se llame así)– sorprendido por la inteligencia de la joven, lo pensó un momento y luego dijo:
— Hmmm!, la verdad no tengo ni la menor idea.
Ante lo cual, la delicada y bella joven, dulcemente le dice: ‘‘¿De verdad se siente calificado para hablar de física cuántica si ni siquiera sabe nada de mierrr__as???
je! je! je!, ya decía yo, que con ese nombrecito del tipo, la cosa no iba a acabar bien!
Y fíjensennn que esta anécdota con cara de chiste, a mí me recuerda varias ocasiones que queriendo ser ‘‘güena ‘onda”, y por hacer un favor o tan solo por quedar bien con alguien, termino como el tipo del avión, con la ‘‘cola entre las patas!’’… ¿les ha pasado?… Sí!, sí!, ya sé que ustedes no tienen cola ni patas (yo sí), pero es un decir, pues!
Y no’mas como ejemplo veamos este hipotético caso: Un día el tío Tacho necesita urgentemente algo de plata, y te la pide pero tú nos tienes para prestarle; lo bueno es que conoces a alguien que sí puede, así que ‘‘en buena ‘onda” le das los datos y le recomiendas que vaya a verlo. A los días, te encuentras al tío y al preguntarle cómo le fue, el hombre contesta: ¡Qué gacho! sobrino…. sabías que ese güey (o güeya) es un usurero de poca. Le tuve que dejar los papeles de mi carro, por méndigos dos mil dólares!
En ese momento uno se siente muy mal y aunque lo hizo de buena fe, el reclamo no deja de incomodarlo a uno.
Otro ejemplo: Un buen día, te cae el primo Antoliano (y aunque suene a albur, así se llama el güey!) se le acabó la chamba por allá por Oregon y se vino a California a buscar ‘algo’ qué hacer, -y te pide permiso de quedarse en tu casa, no’mas por unos días en lo que encuentra algo-… Tú, en güena ‘onda, lo alivianas y le das albergue…. Pasa un mes, dos, seis y el primo ya se posesionó de tu sala, el baño, la cocina, el clóset –y en un descuido, hasta de la vieja quiere tomar posesión. Tú, otra vez, en buena ‘onda, le dice que ya estuvo, que le busque por otro lado.
Pasan unos cuantos meses y te enteras que el __inche Antoliano, te quemó en el pueblo y cuando hablas pa’allá, tu jefa te dice que no seas malo, que por qué corriste a tu primo…. que ya se te subió, que te acuerdes de cuando necesitaste etc…
Y como estos burdos ejemplos, hay muchísimos, más. Si uno se compadece de una señora que espera el autobús y en guena ‘onda, le ofrece raite, es probable que te grite de cosas y termines con la cola entre las patas… Si en güena ‘onda pretendes algo hacer bueno o positivo, para la comunidad, tu familia cercana o compañeros de trabajo, pero si por alguna razón eso que quisiste hacer bien, pero salió mal y se cambia de tal forma, que terminas siendo el villano, el gacho, el ‘‘mala ‘onda” (o mala leche, ) y otra vez, uno se siente mal.
Por otro lado, a mis 4 ó 5 leitores les recomiendo que si a ustedes, algún familiar, amigo o conocido “en güena ‘onda” les eche una mano, les ayude en algo (o les quiera ayudar) pero si por alguna razón aquello no sale bien, no critiquen, no reclamen, no tachen a la persona de ogt ni de mala lecha, porque acuérdensenn que así como a ellos, cuando a ustedes les ha pasado eso mismo, se han sentido mal, qué digo mal, se han sentido… con la cola entre las patas…
digO, yo No’mas diGO!
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