Amiga lectora, recibe un saludo cordial de esta tu servidora. Te das cuenta que en la vida moderna no sólo comemos cuando tenemos hambre, sino también cuando nos sentimos tristes, alegres, nerviosas,
Por: Laura Díaz Campbell – Consultora de Nutrición y Belleza
Amiga lectora, recibe un saludo cordial de esta tu servidora. Te das cuenta que en la vida moderna no sólo comemos cuando tenemos hambre, sino también cuando nos sentimos tristes, alegres, nerviosas, preocupadas, etc., todo lo festejamos con comida. ¿Has notado eso?, al igual que cuando nos enojamos nos consentimos con golosinas, o cuando se nos frustra un plan corremos al supermercado a comprar alimentos que nos “sustituyan” lo perdido. En otras palabras por cualquier motivo que nos ocasione euforia, malestar o estrés lo primero en que pensamos es en comer! Y para poder evitar que eso te siga pasando, continúa leyendo y entérate de cómo ponerle luz roja a esta manía inconsciente de buscar comida para satisfacer no tu hambre corporal sino la emocional.
CLAVE DE LA ETERNA DELGADEZ… Monitorear tus sentimientos
Muchos estudiosos piensan que la principal razón para que una sociedad tenga tendencia a ser gorda es el estrés en combinación con la facilidad de conseguir alimentos. En el pasado no era tan fácil comer tanto ni tan variado, primero porque no era tan barato como ahora y segundo porque no habían supermercados ni restaurantes de comida rápida en cada esquina. Existen golosinas como las donas, el helado y las sodas que no tienen más de un siglo de existencia pero que en la actualidad son facilísimas de consumir y estudios han demostrado que son a las que más recurrimos cuando nos sentimos tristes, o aburridos. Así el ciclo de
la sobrealimentación por estrés emocional se nos sale de control.
Entendiendo esto trata de monitorear tus sentimientos. Cuando tengas hambre hazte las siguientes dos sencillas preguntitas:
1.- ¿Voy a comer por hambre real o por hambre emocional?
2.- Acabo de comer y continúo teniendo la ansiedad de seguir comiendo. ¿Podrá tener relación con mi aburrimiento?
EL ESTRES CONTRA LA DELGADEZ
Ya vimos que el estrés emocional aumenta la necesidad de comer para relajarlo. Pero existe otro estrés peor que es el crónico, es decir aquel que ya forma parte integral de nuestra existencia. Este ya controla diariamente nuestros pensamientos, sentimientos acciones y emociones a tal grado que ya ni lo notamos! Este estrés aumenta la producción de cortisol e insulina que hace que el nivel de hambre aumente como si fuera normal ser “tragón”.
Otro problema con el estrés crónico es que hace que se retenga más grasa, sobretodo en el estómago y la cintura. En estos casos no sólo monitorear los pensamientos resulta conveniente sino INDISPENSABLE y a la par también buscar costumbres que lo ayuden a bajar y controlar tanta ansiedad. Si de verdad quieres dejar de ser gordo, diariamente busca un tiempo y/o pasatiempo para tí mismo. Mímate pero no con comida,
por ejemplo en mi país cuando los hombres se estresan, buscan su guitarra y se entretienen con eso. Busca un pasatiempo y olvídate de recurrir al refrigerador.
Las mujeres por su parte gustan de tejer, pintar, escribir en un diario, patinar. En otras palabras busca una acción diferente a comer pero que también te sea agradable o divertida.
Te sugiero que consumas un suplemento nutricional que dentro de sus propiedades logre controlar el estrés sin que tengas que recurrir a fármacos. Los Adaptógenicos de Organics son una fuente rica de nutrientes precisamente para disminuir el estrés y la oxidación que éste produce y como resultado nos sentimos más relajados y alegres capaces de controlar ese apetito voraz.
También contribuyen a metabolizar mejor las grasas dando como resultado que nos disminuya el estómago y la cintura cuando por estrés estaban “rechonchitos”.
DIFICIL PERO NO IMPOSIBLE
Los expertos afirman, como ya vimos, que quienes viven con mayor estrés suelen subir esas libras extras con más facilidad que los que no lo padecen. Por lo que enfocarse sólo en las dietas no les será suficiente a los nerviosos estresados. Monitorear los sentimientos es muy importante, pero también ver que pensamientos fueron los que provocaron aquel sentimiento para tratar de cambiarlos por otros pensamientos más sanos que no estresen ni la pongan de mal humor. La manera de pensar se ha vuelto un hábito y estos son muy difíciles de romper, pero no imposible.
Cuando el plan de adelgazar sea verdaderamente una META (así con letras mayúsculas…) de conseguir, entonces todo lo demás incluyendo los malos hábitos y pensamientos NO serán un obstáculo.
Hasta la próxima semana! Tu consejera en belleza: L.D.C. Para tus preguntas de belleza puedes dejar mensaje al (323) 771-0082.
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