Este mundo que es de todos, no es nuestro… Pero, aunque no lo creas, hubo un tiempo en que el mundo era de todos.
No podemos imaginar que cuando aparecieron los primeros humanos en el mundo, hubiera alguien con una mesa y una sombrilla cobrando renta a los que iban llegando a este planeta, o tratando de venderles un terreno para que se instalaran. No, cuando naces nadie te pregunta si quieres pagar renta o si quieres comprar un terreno, pero tarde o temprano te das cuenta que nadie ocupa este planeta de todos sin pagar……….. Todo porque un día, alguien tuvo la venturosa idea de decir esto es mío y lo encerró en un corral con una cerca, una valla, un alambrado o una frontera… y los demás, en lugar de reírse de la puntada y decirle que estaba loco, que no podía apropiarse algo que era de todos, siguieron el ejemplo y empezaron los corralitos, los corralotes, la propiedad privada, y el mundo dejó de ser de todos. Bien pronto se repartió y ya no hay tela de donde cortar, de modo que a los que llegamos a un mundo repartido nos toca pagar renta o conseguir un préstamo a 30 años, más o menos, para comprar una casa para vivir y formar una familia, porque hasta el dicho dice: ‘la que se casa, casa quiere’…. nomás que no siempre se puede.
Pero volvamos a la repartición. Pongamos por ejemplo California. Una vez que los colonizadores europeos dijeron que las tierras de México eran de ellos, siguieron hacia el sur y hacia el norte apoderándose de más tierra. Ya por 1540 y tantos Cabrillo navegó las costas de California, pero fue hasta 1760 y tantos cuando llegaron expediciones terrestres y fueron apoderándose de las tierras de unas veinte y tantas comunidades-tribus nativas que llevaban siglos viviendo y conviviendo en estas tierras que veían como de todos, pero que ahora el rey de España estaba otorgando (¿con qué derecho? así se usaba) a mucha gente, a unos porque habían servido en el ejército, a otros nomás porque había mucha tierra, y la tierra de California cambió de dueños. Se llenó de ranchos de mexicanos y españoles, pero llegaron los estadounidenses y dijeron que California era de Estados Unidos, cambió de dueños… y hasta ahí vamos… Y así ha sido en todo el planeta. Los dueños originales vieron sus terrenos invadidos, robados y ellos con sus familias desplazados… Los pleitos siguen siendo por la tierra, por las fronteras y millones de familias viven en campos de refugiados, en ‘reservas’, porque el mundo ya no es de todos, como debería de ser.
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