Al tiempo que una pareja, en un segundo intento decide iniciar una vida en común, pero ha de convivir con los hijos de anteriores relaciones, los lazos familiares pueden complicarse más de lo normal.
En algunas familias, los adultos recién llegados y los niños parecen adaptarse sin esfuerzo alguno, como si hubieran estado ahí toda la vida…. Pero hay otros casos en que resulta realmente difícil la convivencia entre éstos desde el primer momento en que se conocen, sobre todo cuando el que entra en escena, quiere tomar el rol de padrastro o madrastra, es decir, que desde un principio quiere imponer sus reglas y cambiar lo que por años esa familia ha establecido.
Cuando una pareja, en un segundo intento -muy válido por cierto-, decide iniciar una vida en común, pero ha de convivir con los hijos de anteriores relaciones de alguna de las dos partes (o de las dos), los lazos familiares pueden complicarse más de lo normal.
Es por eso que a continuación, le daremos algunas pautas a seguir para que esa ‘nueva relación’ funcione lo más normal posible.
La imagen de padrastros y madrastras suele estar unida a connotaciones negativas y estereotipadas. A menudo, cuando se ha de convivir con los hijos de anteriores relaciones, los menores ven al nuevo miembro como usurpador del puesto que ocupan su padre o madre biológicos y relacionan a esta nueva figura con una fuente de problemas y competencia.
Cuando una pareja ha de convivir en tales circunstancias, en muchos casos los pequeños se niegan a quererlos porque sienten que, al mostrarles afecto, traicionan a sus progenitores. Además, la aceptación se complica cuando la llegada de esa figura se produce tras la muerte del padre o la madre. La clave, aseguran los psicólogos, es ser paciente y conceder a los niños el tiempo que necesiten para descubrir que esta nueva persona no es un nuevo padre o madre, sino un miembro más que se integra al núcleo familiar.
Aunque cada familia es diferente, hay algunas cosas que pueden ayudar a que tus hijos acepten al recién llegado. El paso principal debe ser:
HABLAR CON LOS HIJOS
Es importante hablar con los chicos e informarles todo cuanto está sucediendo en la familia. La comunicación con los hijos es primordial. Hable con en ellos acerca de lo que está sucediendo en la familia y de los cambios que habrá, en torno a sus decisiones.
Si los padres que se separan se ocupan de explicar a sus hijos lo que está pasando y les inculcan la necesidad de vivir separados, los niños entenderán mejor la situación. Una separación bien llevada desde el principio ayudará para que más adelante, cuando surja una nueva pareja, la convivencia con los hijos de anteriores relaciones sea más fácil y ésta sea aceptada mejor.
El papel de la nueva pareja, por supuesto no será el de hacer de madre o padre. No cabe duda de que ese papel ya está tomado, con lo cual ha de comportarse como un compañero/a que compartirá su vida con ellos y con su padre/madre.
Tendrá que mostrarse disponible para hablar de lo que necesiten, pero no deberá intervenir en asuntos ajenos a su relación con ellos. Además, debe tener en cuenta que tendrá que compartir su vida con tres familias, la suya propia, la de su marido y la de la ex de su marido.
Para una persona soltera y sin experiencia anterior en niños, puede resultar angustiante y estresante al principio convivir con los hijos de anteriores relaciones de su nueva pareja, pero todos necesitamos un periodo de adaptación y pasadas las primeras discusiones todo volverá a la calma.
Recuerde que cada persona y cada situación es diferente, por tanto, no existe ‘una receta universal’ para formar una nueva familia con miembros procedentes de diferentes direcciones. Y aunque los cambios son difíciles, también pueden ser buenos si se manejan con sapiencia y prudencia!
Comparte
Siguenos en Redes Sociales
El Aviso Magazine El Aviso Magazine El Aviso Magazine